Miles de estudiantes de secundaria de Hong Kong mostraron hoy su apoyo a las manifestaciones prodemocráticas que se suceden en la ciudad desde junio con una huelga en su primer día del nuevo curso académico.
Según los organizadores, más de 10.000 alumnos de la región administrativa especial china se han sumado a la iniciativa, que busca que las autoridades hongkonesas den respuesta a las cinco exigencias de los manifestantes.
Éstas son la retirada total de la polémica ley de extradición y del término “revuelta” para referirse a las manifestaciones, amnistía para los arrestados, una investigación independiente sobre la brutalidad policial a la hora de dispersar las protestas y la introducción del sufragio universal.
En varias escuelas del territorio hongkonés se llevaron a cabo minutos de silencio y cadenas humanas, y está prevista una concentración en Edinburgh Place entre las 10.30 y las 17.00 horas locales (02.30 y 09.00 GMT).
Les estudiantes -muchos de ellos vestidos de negro y enmascarados, como los manifestantes- distribuyeron pasquines informativos sobre los motivos de la huelga, según los medios locales.
“Esperamos que más estudiantes sean conscientes de la seriedad de la ley de extradición”, dijo Yannis Ho Tsz-yan, estudiante de sexto grado, al diario hongkonés South China Morning Post.
Otra estudiante, de tercer curso, no quiso participar por miedo a las represalias: “Apoyo la lucha de los estudiantes, pero tengo miedo de que la escuela me penalice por esto después”.
“En vez de evitarlo”, apostilló otro estudiante, citado por la radiotelevisión local RTHK, “deberíamos agradecer la posibilidad de hablar de ello. No creo que esto vaya de política, sino de nuestras vidas”.
Mientras tanto, el funcionamiento del metro volvió a la normalidad después de que ayer se suspendiera la línea que conecta la ciudad con el aeropuerto tras actos vandálicos por parte de algunos manifestantes violentos.
Las protestas de este domingo buscaron entorpecer el tráfico hacia el aeropuerto de Hong Kong, uno de los más concurridos de Asia y donde las manifestaciones lograron la cancelación de casi mil vuelos a mediados de agosto.
Las manifestaciones comenzaron el pasado mes de marzo como oposición a una polémica propuesta de ley de extradición que, según abogados y activistas, podría haber permitido a Pekín acceder a “fugitivos” refugiados en la excolonia británica.
Las protestas han movilizado desde junio a cientos de miles de personas y han dado lugar a enfrentamientos entre algunos manifestantes violentos y la policía, a la que se ha acusado de abusar de su poder a la hora de disuadirlas.
Aunque a principios de julio las autoridades hongkonesas declararon “muerta” esa propuesta de ley, los manifestantes exigen que se retire oficialmente y han ampliado sus demandas con el objetivo de mejorar los mecanismos democráticos de la ciudad y, en definitiva, oponerse al autoritarismo chino.
Por su parte, Pekín asegura que detrás de las protestas existe una “mano negra” y señala a “algunas fuerzas de Estados Unidos” como responsables
Tras recuperar la soberanía del territorio de manos británicas en 1997, y bajo la fórmula “Un país, dos sistemas”, el Gobierno chino se comprometió a mantener la autonomía de Hong Kong y a respetar hasta 2047 una serie de libertades de las que no gozan los ciudadanos de la China continental.