Igualdad estima que al menos un 24% de las mujeres que ejercen la prostitución están en riesgo de explotación sexual
El Ministerio de Igualdad ha hecho público este miércoles el estudio sobre trata, explotación sexual y prostitución del que ya avanzó el Consejo de Ministros algunos resultados y que pretende hacer una primera aproximación estadística al alcance de estos fenómenos en España. La investigación, basada en el análisis de anuncios web, estima que 114.576 mujeres están “en situación de prostitución” y se publicitan por esta vía. Y que, de ellas, hasta 27.557, un 24,2%, están “en riesgo” de trata o explotación sexual.
Esta última cifra contrasta con la ofrecida el pasado septiembre por la ministra de Igualdad, Ana Redondo, que adelantó un avance de resultados que apuntaba a que eran 94.496 las mujeres en riesgo (un 80%). Sin embargo, desde el ministerio explican que el dato de referencia es el dado ahora, aunque ambos están en el estudio. El cambio tiene que ver con que, para calcularlo, se analizan los anuncios en función de diferentes variables que, según la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) pueden ser indicativas de riesgo: las casi 95.000 mujeres solo reúnen una de ellas mientras que las más de 27.000 tienen asociadas al menos tres, lo que se considera más riguroso, informa Igualdad.
El macroestudio, elaborado por la empresa Index Geodata en colaboración con la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, responde “a la voluntad de mejorar el conocimiento” sobre una realidad que la delegada Carmen Martínez Perza define como “un espacio de sombras” del que “se desconoce su dimensión real”. “Este es un primer acercamiento, un punto de partida”, esgrime. Ya en su momento, Redondo afirmó que los datos servirían para articular políticas públicas “que permitan avanzar en la abolición de la prostitución”.
La investigación ha analizado anuncios publicados en páginas web de prostitución –únicamente aquellos que ofertan servicios presenciales– mediante técnicas de Big Data: tras extraer automáticamente “más de 650.000 datos” se llevó a cabo un proceso de filtrado para eliminar información “falsa, engañosa o no relevante” que dio como resultado 204.433 anuncios. Después eliminar duplicados para asegurarse de que cada mujer aparece solo una vez, se obtuvo la cifra de las 114.576 mujeres con anucios activos en noviembre de 2023.
Baleares, la comunidad con más tasa
De ellas, el 28,22% aseguran en los anuncios que son colombianas, la nacionalidad con mayor presencia, seguida de las españolas (13,47%). Por edades, la mayor tasa la representa la franja de entre 18 y 24 años, pero desde Igualdad reconocen que esta es una distrubución que puede no corresponderse con la realidad debido a que en los anuncios puede publicitarse una edad que no es la real. Por comunidades, la que presenta mayor tasa es Baleares seguida de Catalunya, la Comunitat Valenciana y Cantabria. Lleida es la provincia con más mujeres que ejercen la prostitución, según la estimación.
Desde Igualdad son conscientes de la limitación de los datos porque existen más mujeres en situación de prostitución que las que se publicitan vía páginas web, por lo que el estudio va más allá y hace una estimación de cuántas han podido quedar fuera. Mediante el empleo de “métodos estadísticos” –el método de Poisson truncado para estimar las llamadas poblaciones ocultas–, la investigación revela que en España “puede haber aproximadamente” 169.712 mujeres ejerciendo la prostitución a noviembre de 2023, una cifra que el ministerio pide tomar con prudencia y para la que ofrece un intervalo de confianza de entre 152.735 y 184.234 mujeres.
En cuanto a la estimación de mujeres en riesgo de estar siendo explotadas sexualmente, el estudio emplea para evaluarlo seis variables que, afirma, están recogidas por la OSCE como factores de riesgo: “novedad, disponibilidad, rasgos de personalidad, exotismo, servicios y foto”. Si en los anuncios analizados se reconocen al menos tres de ellos, se estima que esta mujer podría estar en riesgo de trata o explotación sexual.
Según revela el estudio, para cada una de las variables se han asociado palabras más o menos habituales en los anuncios: por ejemplo, para determinar si hay 'novedad' se evalúa si aparecen términos como “nueva”, “novata”, “primera vez en la ciudad” o “recién llegada”, entre otros. O “24 horas”, “cuando quieras” o “24/7” en el caso de la 'disponibilidad'.
Críticas de investigadoras
El uso de estos criterios ha sido una de las cuestiones criticadas estas semanas por algunas organizaciones desde que se hiciera público el primer avance de resultados el pasado 17 de septiembre. Así, la red Voces Feministas por los Derechos, formada por académicas e investigadoras de una veintena de universidades españolas, lamenta que “sorprententemente no se emplean los indicadores de Naciones Unidas” para detectar la trata de personas, sino factores que a su juicio “son poco rigurosos”: “Muchos no son fiables porque se encuentran en un contexto de marketing por lo que se pueden emplear como reclamo y a menudo ni siquiera está redactado por la persona anunciada”.
Las investigadoras han puesto el foco en la variable 'exotismo' –a la que la investigación a atribuido términos como “mulata” o “belleza exótica”–, cuya elección “resulta bochornosos por la grave negligencia metodológica y porque visibiliza el racismo”. Desde Igualdad apuntan a que se trata de la llamada “etnosexualización”, es decir, el empleo de “procedencias, nacionalidades y rasgos fenotípicos considerados exóticos bajo estereotipos de origen” y que lo que hace el estudio es analizar lo que los anuncios contienen, muchas veces haciendo uso de un lenguaje estereotipado.
Al margen de ello, la red considera que el macroestudio “carece de rigurosidad científica” al analizar anuncios web que, en su opinión, “no son representativos de la actividad de la industria sexual” porque “a menudo se adaptan a las necesidades de quienes ofrecen servicios sexuales”. Las investigadoras creen que “no puede mapearse” el fenómeno de la prostitución, la trata y la explotación sexual “usando exclusivamente esta metodología” y lamentan que el ministerio “no haya acudido a redes especializadas, entidades colaboradoras o a trabajadoras sexuales organizadas” con el objetivo “de ayudar a arrojar datos más rigursosos”, concluyen.
La investigación de Igualdad, sin embargo, hace referencia a que, según la OSCE, “existe una fuerte evidencia de que las páginas webs de anuncios son uno de los principales lugares en los que los traficantes anuncian a sus víctimas, y que justamente por esta razón es necesario que las personas que trabajan en la lucha contra la trata las analicen para poder cribar cuáles de los anuncios son sospechosos y cuáles no”.
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