El director general del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Manuel Otero, afirmó este jueves a Efe que la ganadería está “haciendo contribuciones positivas” para paliar la crisis climática, a pesar de que se la ha colocado “en el banquillo de los acusados”.
“En los últimos 15 o 20 años se ha puesto a la ganadería en el banquillo de los acusados. (...) La producción pecuaria está haciendo contribuciones positivas”, señaló en Buenos Aires en el marco del Seminario internacional sobre Cambio Climático y Seguridad Alimentaria.
Estas contribuciones son, a su juicio, el secuestro de dióxido de carbono que realizan las raíces de la vegetación sobre la que se sustenta la ganadería.
“Es verdad que las vacas generan gases, en este caso sobre todo metano, que afecta al calentamiento global, pero las vacas están en el suelo con pasturas cuyas raíces en la estructura del suelo secuestran carbono. (...) Hay que analizar cuánto se libera y cuánto se secuestra”, agregó.
Destacó que las acusaciones contra el sector primario se basan en “informaciones que no estuvieron bien justificadas”, ante lo que reclamó que “llegó la hora de poner a los temas en su justa dimensión y presentar investigaciones que hagan un análisis de la problemática bajo un enfoque sistémico”.
“Hubo un informe que se llama 'La larga sombra del ganado', donde se ponía a la ganadería por encima del transporte, que es lo que mas contamina al medioambiente, y después de ese informe, producido en 2006, el autor reconoció que se había equivocado”, manifestó.
Además considera “exageraciones” las “corrientes de algunos países desarrollados que hablan de dejar de comer carne”.
Si bien el director del IICA defiende el papel de la ganadería, reconoce que “no todo es de color de rosa” ya que existen “problemas de deforestación donde si hay responsabilidades y medidas correctivas a asumir”.
“La ganadería tiene que asumir su responsabilidad por los errores que comete pero también transmitir al mundo que no es la responsable de todos lo males que afectan hoy en día a la estabilidad del sistema planetario”, declaró.
Junto a la deforestación señaló como problemas de la actividad ganadera el monocultivo -sobretodo de alimentos como la soja, de gran demanda para alimentar animales- y el uso de herbicidas, pesticidas y otros agroquímicos.
“Hay un toma de conciencia muy fuerte de las empresas del sector privado para una menor intensificación en el uso de agroquímicos. El concepto bio, de los bioinsumos, va a ser cada vez más importante”, valoró.
En general Otero resume sus planteamientos en que la ganadería, y por extensión toda actividad primaria, debe encontrar un equilibrio ente productividad y sostenibilidad.
“Sin perder de vista los negocios, las producciones necesariamente van a tener que ser cada vez más sustentables porque el planeta así lo requiere y no hay tiempo que perder”, añadió.
El seminario celebrado hoy, organizado por el IICA, el Grupo de Países Productores del Sur (GPS) y el Gobierno argentino y brindado por renombrados profesionales internacionales, busca analizar el aporte de la agricultura a la mitigación de la crisis climática y la contribución de los países del Cono Sur al respecto.