Los incendios han arrasado en lo que va de año 418.000 hectáreas en Portugal, según datos del Instituto de Conservación de la Naturaleza y Florestas (ICNF).
Este dato refleja que, hasta el pasado 16 de octubre, ardió un 407 % más que la media de los últimos diez años.
Las mayores catástrofes ambientales tuvieron lugar el 15 de octubre -cuando se declararon más de medio millar de incendios forestales que causaron la muerte a 45 personas- y el 17 de junio en Pedrógao Grande, donde fallecieron 64 personas y 250 resultaron heridas.
Fuentes del ICNF precisaron hoy que aún no se tienen los datos definitivos de este año, que se conocerán esta misma semana, una vez concluido el mes de octubre.
En su último informe, este organismo precisa que los grandes incendios (con más de 100 hectáreas calcinadas) registrados en el centro y norte del país el 15 de octubre quemaron 148.591 hectáreas.
Los dos fuegos más grandes de esa jornada se desataron en la población de Vilarinho (comarca de Lousã) y en Travanca de Lagos (comarca de Oliveira do Hospital), donde se quemaron, en ambos casos, algo más de 43.000 hectáreas en 24 horas.
El distrito más afectado por los fuegos de este año ha sido, hasta la fecha, el de Coimbra, con 104.744 hectáreas ardidas, lo que representa una cuarta parte del total de su superficie forestal.
Otros distritos muy afectados fueron Castelo Branco (52.718 hectáreas), Viseu (51.929), Guarda (47.156), Leiria (38.894) o Santarém (35.567), todos en la región Centro del país.
De los 16.613 fuegos registrados hasta el 16 de octubre de 2017, 188 fueron catalogados como grandes incendios y acapararon el 93 % de la superficie quemada.
En los últimos diez años, la media de la superficie quemada en Portugal fue de 82.474 hectáreas.
Portugal aún se encuentra en periódico “crítico” de incendios forestales, según la Autoridad Nacional de Protección Civil (ANPC), por lo que se mantienen movilizados por todo el territorio nacional a 6.646 agentes de diferentes cuerpos.