España ha registrado una nueva subida de la incidencia a 14 días después del fin de semana, con 230,54 casos por cada 100.000 habitantes. Se trata de un importante ascenso de casi 17 puntos con respecto al viernes. La incidencia sube en 13 comunidades y Andalucía, Aragón, Catalunya, Madrid, Euskadi y Navarra se encuentran en riesgo muy alto de contagio, por encima de los 250 casos.
El Ministerio de Sanidad ha notificado 21.071 nuevos casos, algo menos que el fin de semana anterior cuando se registraron 22.744 infecciones. En total, desde que comenzó la pandemia, hace más de un año, se han contagiado 3.428.354 personas.
Los contagios suben especialmente en Andalucía, con 4.205 infectados notificados desde el viernes, Madrid (2.541), Catalunya (2.172) y Euskadi (1.005).
Durante el fin de semana se han registrado además 121 nuevos fallecimientos, lo que deja el saldo total de muertes por COVID-19 en 77.102.
En cuanto a las hospitalizaciones, un 22,4% de las camas UCI están ocupadas por enfermos de coronavirus, un porcentaje que sube ligeramente con respecto al viernes. En total, hay 2.276 pacientes de COVID en terapia intensiva y 10.447 hospitalizados por coronavirus.
Por otro lado, las comunidades han administrado 12.853.599 dosis de las vacunas disponibles contra la COVID-19 y ya han inoculado la primera inyección a casi un 20% de la población (19,9%), cerca de 9,5 millones de personas. Además, ya tiene la pauta completa el 7,2%, más de 3,4 millones de personas, lo que deja a España muy cerca del objetivo de vacunar con doble dosis a más personas que el total de infectados por coronavirus desde que comenzó la pandemia.
Por grupos de edad, el 98,6% de los mayores de 80 años ya ha recibido el primer pinchazo y más del 60% ha recibido la pauta completa necesaria para obtener la inmunización con las vacunas disponibles (Pfizer-BioNTech, AstraZeneca y Moderna), más de 1,7 millones de personas.
Estos datos llegan el mismo día en el que el Instituto de Salud Carlos III, dependiente del Ministerio de Ciencia y de Sanidad, ha anunciado que va a poner en marcha un ensayo clínico en el que se observará la eficacia de administrar una dosis de una vacuna contra la COVID-19 de tecnología ARN mensajero, de la de Pfizer, a personas a las que se ha administrado ya una dosis de AstraZeneca.
El anuncio se hace casi dos semanas después de que Sanidad suspendiese la administración de AstraZeneca a menores de 60 años después de que se detectaran en Europa unos pocos casos de trombos entre los millones de vacunados. La ministra llevaba días diciendo que su ministerio está estudiando opciones sobre qué hacer con las personas de esas edad que ya hubiesen recibido una dosis. Entre las opciones estaba darles otra vacuna y retrasar la segunda inyección.
La segunda pauta tiene que comenzar a darse a partir de mayo, pasados 3 meses desde que las primeras personas fueron vacunadas. Hay aproximadamente dos millones de personas menores de 60, profesionales considerados esenciales, que fueron vacunadas con AstraZeneca entre febrero y principios de abril. Todas las que no hayan pasado la COVID-19 recientemente esperaban una segunda pauta.