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La insalubre calidad del aire, el otro problema con el que lidian en Los Ángeles

Los Ángeles —

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Los Ángeles (EE.UU.), 9 ene (EFE).- Los residentes de Los Ángeles enfrentan niveles insalubres de calidad de aire debido a los múltiples incendios que queman en el condado, el más grande de EE.UU, advirtieron este jueves las autoridades de salud, que han pedido a la comunidad no salir al exterior si no es necesario.

Gran parte del condado sigue experimentando una pésima calidad de aire debido al humo de de al menos cinco incendios, entre los que se cuenta Palisades, Eaton y Hurst que han quemado colectivamente cerca de 12.000 hectáreas (29.000 acres) y se mantienen sin control, según el Departamento de Protección contra Incendios de California, conocido como Cal Fire.

La tarde de este jueves el índice de calidad del aire (AQI, en inglés), una medida federal de la cantidad de contaminación del aire, superó los 160, categoría considerada como “insalubre”, según el regulador AirNow, un servicio del Gobierno estadounidense.

El índice incluye el conteo de cinco contaminantes: ozono, partículas en suspensión, monóxido de carbono, dióxido de azufre y dióxido de nitrógeno.

El director del Departamento de Salud Pública de California (CDPH), el doctor Tomás Aragón, instó hoy a los californianos en áreas afectadas por el humo de los incendios a tomar medidas para proteger su salud.

El humo producido por los incendios puede ser perjudicial para la salud, especialmente para los niños, los ancianos, las mujeres embarazadas y las personas con problemas respiratorios o cardiovasculares, advirtió Aragón.

“Los californianos deben ser conscientes de los riesgos del humo de los incendios forestales y la inhalación de cenizas. Las personas vulnerables deben reducir la actividad al aire libre y permanecer en el interior, si es posible”, agregó el funcionario.

Las condiciones del aire han obligado a las escuelas y universidades a cancelar las clases por el resto de la semana en el condado con cerca de 10 millones de habitantes.

Las esperanzas de controlar las llamas se centran en que los vientos de Santa Ana, que llegaron a tener ráfagas de 160 kilómetros por hora la noche del martes, se aplaquen y no sirvan de combustible para los incendios.

Las advertencias de bandera roja permanecerán vigentes hasta la noche del viernes para una buena parte de las áreas afectadas. Pero los pronósticos del Servicio Nacional de Meteorología (NWS, en inglés) advierten que los vientos podrían regresar con fuerza la próxima semana.