Habrá juicio por la protesta climática en el Congreso de los Diputados. El juez manda al banquillo a los 15 activistas ambientales que en abril de 2022 lanzaron agua tintada con remolacha a la fachada del edificio por un delito contra el patrimonio histórico, según el auto de apertura de juicio oral que ha visto elDiario.es. La Fiscalía ha pedido para cada acusado una pena de 21 meses de prisión.
El juez de instrucción pasa así la causa a los juzgados de lo Penal donde se dirimirá si estas 15 personas son culpables o inocentes de ese delito. El pasado 21 de noviembre se supo que el fiscal encargado pedía que se abriera juicio por la protesta de Rebelión Científica.
Los hechos se remontan al 6 de abril de 2022 cuando un grupo de activistas ambientales reclamaron más acción por parte de los poderes públicos para atajar el cambio climático planetario. Aparte de concentrarse en las escalinatas de entrada al Congreso –junto a los famosos leones– tiraron agua teñida de remolacha a los peldaños, las columnas y algo de la fachada del edificio.
Como la construcción cuenta con catalogación, por ahí ha llegado la acusación de daños al patrimonio histórico. Más de dos meses después de la acción reivindicativa, la Policía arrestó a los activistas achacándoles incluso un delito contra las instituciones del Estado. Más adelante, el juez instructor retiró esa acusación. La entonces presidenta del Congreso, Meritxell Batet, remitió un escrito a petición de la Fiscalía que aclaraba que no se había perturbado el normal desarrollo de las actividades parlamentarias por culpa de la protesta.
Ese testimonio desarticuló la valoración de los agentes que se habían apoyado en un informe del que era letrado Mayor de la Cámara que había afirmado que sí hubo una “alteración notoria”. Descartado ese supuesto, la causa continuó, pero solo con el delito de daños patrimoniales.
Ahora, después de dos años, los 15 activistas –que ya esperaban esta fase según contaron a elDiario.es– irán a juicio.