Barcelona, 17 mar (EFE).- Un estudio del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona ha comprobado que el apoyo mediante oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO) ha ayudado a 13 pacientes de covid-19 graves a sobrevivir y ser dados de alta.
Los resultados de este trabajo, liderado por el Servicio de Medicina Intensiva de Vall d'Hebron en colaboración con el Servicio de Cirugía Cardíaca del mismo centro, se han publicado en la revista “Critical Care Explorations”.
Entre los días 15 de marzo y 15 de junio, el equipo de ECMO de Vall d'Hebron se desplazó en 19 ocasiones a otros centros de Cataluña para realizar el proceso de conexión de los pacientes a la máquina ECMO y el posterior traslado a Barcelona.
Una vez en la Unidad de Cuidados Intensivos(UCI) de Vall d'Hebron, los pacientes graves de covid-19 recibieron apoyo respiratorio extracorpóreo.
Todos los pacientes tratados con esta técnica estaban en una situación respiratoria extremadamente grave y las medidas de apoyo convencionales que habían recibido en los otros centros habían fracasado, han indicado fuentes de Vall d'Hebron.
Los 19 enfermos tratados tenían entre 31 y 64 años y 16 eran hombres.
Del total, trece consiguieron salir adelante, cuatro fallecieron y otros dos continuaban conectados a una máquina ECMO en el momento de finalizar el estudio.
Estas personas estuvieron con apoyo de ECMO durante una media de diez días, pero algunos sólo requirieron la ayuda de la máquina dos y otros hasta 33 días, y un paciente recibió apoyo extracorpóreo durante 67 días y actualmente está en su casa.
“En comparación con otros estudios desarrollados con un menor número de participantes, en este caso la tasa de recuperación es más elevada”, ha asegurado el centro.
Por su parte, el doctor Jordi Riera, especialista del Servicio de Medicina Intensiva e investigador principal del grupo de investigación en Shock, Disfunción Orgánica y Resucitación (SODIR) en el Vall d'Hebron Instituto de Investigación (VHIR), ha indicado que “el apoyo con ECMO permite minimizar el daño de la ventilación mecánica en unos pulmones muy inflamados por la agresión del virus, mientras realiza la función respiratoria”.
“Además, permite que se puedan hacer pruebas diagnóstico-terapéuticas importantes para la buena evolución del paciente con COVID-19 grave”, ha añadido.
Riera, también director del programa ECMO del Adulto, ha precisado que existen “determinadas contraindicaciones para esta técnica, como la edad avanzada o determinadas patologías previas”.
También hay que tener en cuenta que el traslado con ECMO de estos pacientes es complejo y ha de ser efectuado por un equipo entrenado, “pero es esencial para poder ofrecer esta posibilidad asistencial a toda la población”.
Los médicos han observado que nueve de los pacientes tuvieron complicaciones trombóticas (trombos) y trece, hemorrágicas, unos problemas de coagulación que han sido asociados a la covid-19 desde el inicio de la pandemia y que parece que la ECMO podría aumentar la frecuencia.
A pesar de ello, “estas complicaciones han de estar prevenidas, identificadas precozmente y solucionadas lo más pronto posible”, ha considerado Riera.
Aunque la muestra de pacientes tratados con ECMO es la más grande publicada hasta ahora, el doctor Riera ha indicado que “se necesita más investigación y compartir datos entre los centros para seguir luchando en esta guerra contra el virus”.