La misión Hera, de la Agencia Espacial Europea (ESA), ha despegado este lunes desde Cabo Cañaveral, en Florida, propulsada por el cohete Falcon 9 de SpaceX, con destino al asteroide Dimorphos, que orbita en torno a otro mayor, Didymos. Su objetivo es analizar los efectos que tuvo en 2022 la colisión sobre el asteroide de la nave DART (Double Asteroid Redirection Test) de la NASA y estudiar el desvío de asteroides como método para proteger nuestro planeta frente a posibles impactos.
El lanzamiento forma parte de la colaboración internacional NASA-ESA llamada AIDA (Asteroid Impact & Deflection Assessment) y es la primera misión de defensa planetaria de la ESA. Hera llegará hasta Dimorphos a finales de 2026 y realizará un estudio detallado tras el choque controlado de una nave contra este asteroide de unos 150 metros de diámetro que fue el primer objeto del sistema solar cuya órbita alrededor del cuerpo principal fue modificada por la actividad humana.
El objetivo ahora de Hera es reunir datos cruciales que faltan para demostrar que la desviación cinética es una técnica de defensa planetaria fiable. Para llegar hasta su destino, informa la agencia Sinc, la nave tendrá que realizar en 2025 una maniobra gravitacional en Marte para acelerarse y alcanzar su objetivo final, donde averiguará cómo de eficiente fue el impacto de DART, ayudará a comprender mejor la física de este choque o las propiedades internas de los asteroides, según Michael Kueppers, científico de la ESA en este proyecto.
Con la ayuda de dos cubesats
Las observaciones de la sonda Hera se completarán con el despliegue de un par de pequeños satélites o cubesats del tamaño de una caja de zapatos: Milani registrará datos espectrales de la superficie, mientras que Juventas realizará los primeros sondeos de radar que se hayan realizado nunca en un asteroide.
Al recabar información sobre la masa, la composición y el cráter que DART dejó en Dimorphos, los científicos podrán evaluar de la forma más completa posible la efectividad de la técnica de desviación empleada. Los datos de Hera permitirán por primera vez validar o perfeccionar los modelos de impacto a escala de asteroides, dejando esta técnica de defensa planetaria lista para usarse
Los datos de Hera, bautizada en honor de la diosa griega del matrimonio, permitirán por primera vez validar o perfeccionar los modelos numéricos de impacto a escala de asteroides, dejando así lista para su uso esta técnica de defensa planetaria si en algún momento fuera necesaria para salvaguardar la Tierra.
El sistema de asteroides que analizará es prototípico de los miles que podrían suponer un riesgo de impacto contra nuestro planeta. Si colisionara un asteroide de 150 metros –conocidos como city killers (asesinos de ciudad)– podría acabar con una ciudad como Madrid, aunque no es tan grande como para afectar al país entero, según Tanco.
Participación española
La nave espacial Hera, con una docena de instrumentos, ha contado con un presupuesto de 363 millones de euros. La ha construido el grupo espacial y tecnológico OHB, en Alemania, con aportaciones de 18 países europeos y Japón.
Desde España, la empresa GMV ha liderado un consorcio internacional para desarrollar el sistema de guiado, navegación y control (GNC), que incluye la parte de análisis de las operaciones de proximidad de Hera y del cubesat Juventas. En la electrónica del gravímetro GRASS de este último ha participado la compañía EMXYS. Por su parte, SENER ha producido antenas de baja ganancia y Thales Alenia Space Spain ha diseñado subsistemas de comunicación de la misión.