La NASA ha confirmado este martes que el impacto de su nave DART contra la superficie del asteroide Dimorphos, ubicado a unos 11 millones de kilómetros de la Tierra, consiguió desviar su trayectoria, tal y como era su objetivo.
El administrador de la agencia espacial estadounidense, Bill Nelson, ha señalado que antes del impacto Dimorphos tardaba 11 horas y 55 minutos en girar en torno a otro asteroide más grande llamado Didymos, con el que forma lo que se conoce como un sistema de asteroide doble.
La nave logró reducir esa órbita en 32 minutos: “Hubiera sido un éxito si la hubiera ralentizado solo unos 10 minutos, pero la redujo de hecho 32”, ha dicho Nelson, felicitándose por el éxito de esa misión de defensa planetaria efectuada en septiembre.
La órbita de Dimorphos se ha acercado ahora unos diez metros a Didymos y el cambio provocado en su trayectoria es permanente. Era la primera vez en la historia de la humanidad que se intentaba cambiar la trayectoria de un cuerpo celeste con el objetivo de proteger la Tierra de asteroides similares al que hace 66 millones de años provocó la extinción de los dinosaurios.
“Hace dos semanas la NASA volvió a hacer historia. Efectuamos la primera prueba de defensa planetaria de la humanidad y mostramos al mundo que la NASA es un serio defensor de este planeta”, ha apuntado Nelson en la presentación virtual de las conclusiones de esa misión.
La NASA ha detallado que las conclusiones son solo “el principio” de toda la información que esperan que les proporcione esta misión, pensada para poner a prueba la tecnología existente en caso de que llegara a haber algún cuerpo celeste que supusiera un peligro directo.
La agencia ha dejado claro que uno de los elementos clave a la hora de llevar a cabo con éxito misiones similares es la detección temprana: “Cuanto más tiempo tengamos para ese pequeño empujón, mejor estaremos”, ha recalcado la directora de la División de Ciencias Planetarias de la NASA, Lori Glaze.
Los cálculos precisados tienen un margen de error de aproximadamente dos minutos. Los astrónomos continuarán ahora estudiando las imágenes de Dimorphos obtenidas para tener una estimación aproximada de su masa y su forma.
Este primer intento de la Humanidad para aprender a desviar un asteroide con la misión DART fue seguido por dos de los telescopios espaciales más famosos, el veterano Hubble y el flamante James Webb. Una colisión de la que cada uno ha dado su propia visión. Esta fue la primera vez que ambos telescopios observaron a la vez un mismo objetivo celeste. El asteroide Dimorphos, contra el que se lanzó a una velocidad de 6,6 kilómetros por segundos la sonda DART para modificar ligeramente su órbita alrededor de un asteroide mayor, Didymos.
Estas observaciones no solo son un hito operativo para cada telescopio, sino que también hay cuestiones científicas clave relacionadas con la composición y la historia de nuestro sistema solar que los investigadores pueden explorar al combinar las capacidades de los dos telescopios.
El telescopio Hubble hizo observaciones antes del impacto y quince minutos después del mismo para tomar imágenes del choque en luz visible. La eyección de material causada por DART en la superficie de Dimorphos se ve a ojos de Hubble como rayos que se extienden desde el cuerpo del asteroide.
La misión DART (siglas en mayúsculas de Double Asteroid Redirection Test o Prueba de Redireccionamiento del Asteroide Doble) fue lanzada al espacio el pasado 24 de noviembre. Esta misión es la primera dedicada a la llamada Defensa Planetaria, un empeño que no solo forma parte de las superproducciones de Hollywood.