- ESPECIAL | Así te estamos contando el Orgullo
Pasadas las 16.30 de la tarde, los alrededores de la glorieta del Emperador Carlos V, de donde partía, ya se agitaba con los colores y el bullicio media hora antes del inicio de la marcha. La plaza, a los pies de la estación de Atocha, se convertía en un cuadro de banderas y pancartas a las que la temperatura veraniega ha permitido ponerse a andar sin el calor sofocante de otros años. A ritmo de batucada, un gran multitud formada por decenas de colectivos y numerosos grupos esperaba el inicio de la reivindicación mientras los márgenes de la calle se abarrotaban para ver pasar la manifestación.
La cabecera ha enfilado el Paseo del Prado ocupada por representantes de los colectivos convocantes (FELGTB y Cogam) y otras entidades y representantes de los partidos políticos y sindicatos. Entre ellos Albert Rivera, Pablo Iglesias, Mónica Silvana, del PSOE, Xavi Domenech, coordinador de En Comú, Ricardo Sixto por parte de IU, López Uralde de Equo y, por primera vez, el PP, representado por Andrea Levy. Asimismo, también hay representantes del consistorio madrileño como Rita Maestre.
En esta ocasión, la marcha cuenta con dos pancartas principales, dos lemas que se dirigen a la plaza de Colón y que son reivindicaciones urgentes: “Por los derechos LGTBI en todo el mundo” y “Despatologización Trans ¡Ya!”. La dimensión internacional del World Pride ha hecho que esta vez la movilización cuente con un bloque que sigue a la cabecera formado por representantes de diversos países.
Rocío ha venido desde Huelva a mostrar “que todavía queda mucho que reivindicar”. Asiente al hacer referencia a la proyección que una cita de esta embergadura puede suponer para muchas personas LGTBI que “todavía no han salido del armario porque es un ejercicio enorme de visibilidad”. También, continúa, “ayuda a que la sociedad acabe por aceptarlo del todo, es algo que aún no está conseguido. Si no hubiera homofobia no habría agresiones o acoso lgtbfobico en las aulas”.
El Orgullo aprovecha su naturaleza global para reivindicar que los 72 Estados que siguen haciéndolo dejen de criminalizar las relaciones entre personas del mismo sexo en sus leyes y los 19, entre ellos Rusia, que limitan o prohíben las expresiones públicas LGTBI. Las personas trans, una de las letras tradicionalmente más olvidadas de las siglas del colectivo, están presentes en las demandas de la movilización, que conmemora el 40 aniversario de la primera, celebrada en Barcelona en 1977.
Las calles celebran también la diversidad y el derecho a ser y mostrarse como cada uno quiera porque, frente a las normas que consagran la igualdad, la discriminación sigue siendo una realidad. El acoso homófobo, la transfobia, las agresiones LGTBIfóbicas, el miedo a salir del armario, la invisibilidad, la falta de referentes...“Por que incluso en Estados que cuentan con leyes protectoras, sufrimos violencia a diario”, apunta el manifiesto.
Tras la cabecera y bloque internacional de la marcha aparece la llamada “Zona de protección arcoiris”, de familias y personas con diversidad funcional; seguida de las entidades de la FELGTB, otros colectivos y los partidos políticos. Al final, las ya tradicionales carrozas, encabezadas por la del Ayuntamiento de Madrid, que este año ha decidido vallar el recorrido que hacen por la afluencia esperada.
El bloque de bisexualidad también va de los primeros. A él pertenece Bárbara, que lamenta la bifobia existente tanto dentro como fuera del colectivo. Dice que la imagen de España de cara al exterior “puede transmitir una imagen de tolerancia”, pero todavía “se siguen dando delitos de odio”. Por eso, critica que el Orgullo “se ha desvirtuado y ha perdido contenido político por las empresas que han entrado, pero para eso está también el Orgullo Critico”, que se manifiesta cada 28 de junio para enfrentar “la mercantilización” y la “deriva neoliberal” de la fiesta de la capital.
Una marcha a la que asistió Barbara el pasado miércoles, que reivindica la importancia de estar en ambos espacios. “Esta es una oportunidad para mucha gente, para visibilizarse y salir a la calle tal cual es. Aunque se haya convertido en algo más festivo, está más abierto a todo el mundo, y eso tiene ventajas. Eso sin perjuicio del contenido más de denuncia, también muy necesario, del Orgullo Critico”, concluye.
El ambiente festivo de cada año se mezcla también con las demandas: “La transexualidad no es una enfermedad”, grita un colectivo, al que le sigue el siguiente, venido de Castilla y León: “Donde están, no se ven, las maricas del PP”. Los lemas se combinan con las batucadas que concentran gran parte de la atención de las personas que han asistido a ver la marcha. “Nos desfilamos, nos manifestamos”, corean. “Abrid las fronteras, queremos más bolleras”, prosigue un grupo a unos metros de distancia.
Cristian lleva la bandera trans colgada a la espalda y camina junto a otros compañeros de la Fundación Daniela. Piden que la transexualidad no sea considerada una enfermedad, una de las demandas clave del día, porque es algo que contribuye “a la transfobia que vivimos cotidianamente a través de insultos, miradas y reacciones”, explica el joven.
Mayores, jóvenes, grupos de amigos, parejas, familias...La cita congrega a una gran variedad de gente y colectivos, que van desde la Asociación de Familias de Menores Transexuales Chrysallis a LGTBIpol, la entidad con la que se manifiestan por primera vez agentes policiales, Amnistía Internacional o el Comité Español de Personas con Discapacidad (CERMI). También marchan otros menos conocidos y más pequeños de cristianos LGTBI, lesbianas rurales, contra el estigma y la discriminación de las personas con VIH, de madres y padres de hijos e hijas LGTBI, bajo el lema “Somos vuestros padres, somos vuestras madres. Estamos con vosotros”, o de solicitantes de asilo LGTBI.
Cuando la manifestación ha llegado a la plaza de Colón, la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, han iniciado sus discursos a favor de la libertad sexual.
“El derecho es aquello que tiene que darnos la vida. Cuando los derechos y la justicia se tuercen, y ese derecho no da la vida, hay que cambiarlo”, ha explicado Carmena. También ha recordado la condena del Tribunal de Derechos Humanos de Luxemburgo a Rusia por no permitir manifestaciones homosexuales y el recién aprobado matrimonio homosexual en Alemania.
Carmena ha homenajeado al poeta Federico García Lorca y ha reivindicado la importancia de conocer las circunstancias que rodearon su asesinato durante la guerra civil española. “Allá donde esté Federico, ahora ha llegado el sol”, ha explicado la alcaldesa en referencia a los Sonetos del amor oscuro.
La presidenta de la Comunidad de Madrid ha recordado la primera marcha celebrada en España en 1977. “Gracias a estos y otros activistas que dijeron 'basta ya'. Hoy se celebra la culminación de esos años de lucha”, ha proclamado Cifuentes.
“Esta marcha quiere que la libertad que tenemos en España la tengan también en aquellos países en los que está penalizada, donde no se ha normalizado lo que es y tiene que ser normal, la opción sexual de cada persona, amar a quien cada uno quiera”, ha explicado la presidenta de la Comunidad de Madrid.