Treinta personas, en su mayoría mujeres, se han congregado este martes a las puertas del Congreso para protestar contra la reforma orgánica de la Ley del Aborto planteada por el Partido Popular que se debatía en el hemiciclo.
A la cita, convocada por el Movimiento Feminista de Madrid, ha acudido La Cofradía del Santísimo Coño de Todos los Orgasmos, grupo feminista que se caracteriza por procesionar una vulva gigante. En este caso, el recorrido, acotado por la policía, ha tenido como eje la plaza de Las Cortes. El coro de la Solfónica ha engalanado el acto con su música.
Los asistentes a la convocatoria han alzado su voz para reivindicar la inclusión del aborto libre y gratuito en el Código Penal. Ana, integrante del Movimiento Feminista, considera “inadmisible” que se vulneren los derechos de la ciudadanía. “Si el ministro de Sanidad no respeta los derechos de las mujeres, no debería estar en el parlamento”, ha sentenciado.
La lectura del manifiesto ha arrancado recordando que la II República legalizó el aborto siendo Federica Montseny ministra de Sanidad y Asistencia Social. Respecto a la actualidad, han destacado un dato: sólo un centenar de jóvenes de 16 y 17 años aborta sin consentimiento paterno, en su mayoría, por causas vinculadas al conflicto familiar.
Justa Montero, organizadora, ha insistido en la necesidad de subrayar la capacidad moral de las mujeres para decidir sobre su propio cuerpo. “Hoy dan trámite a una propuesta, ya veremos qué pasa”. Justa confía en que la llegada de nuevas formaciones al Parlamento implique mayor espacio/tiempo para escuchar a las mujeres. “Desde luego, no vamos a parar. No sólo para detener el recorte de derechos de las mujeres jóvenes... No vamos a parar hasta que se garanticen los derechos de todas”, ha declarado Nieves Salobral, otra de las componentes de la organización.
Hasta allí ha acudido Luis García Montero, candidato de IU a la Comunidad de Madrid, quien ha reconocido la importancia de la ley de plazos aprobada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. “Hay cosas que van más allá de la política, dependen del sentido común y del respeto cívico”. “Los problemas de las mujeres son los problemas de la sociedad. Pertenecen todos a una misma lucha”, ha afirmado.
A las puertas de la Cámara Baja, cerca del área en el que se desarrollaba la acción, se hallaba Ana María Pérez del Campo, Presidenta de la Federación de Asociaciones de Mujeres Separadas y Divorciadas. Invitada por el PSOE para seguir el debate parlamentario, no ha podido acceder al Salón de Plenos del Congreso de los Diputados. Ana María ha denunciado que “había órdenes” de no dejarla pasar: “Es como en la época franquista”, ha señalado indignada. Diputados socialistas, como Carmen Montón o Juan Moscoso, se han acercado a la zona en la que esta histórica feminista se encontraba para interesarse por su situación. Jesús Posada, presidente del Congreso, ha explicado que ninguna persona que haya sido expulsada de la tribuna esta legislatura puede volver a acceder.