Las maniobras para intentar rebajar la protección legal del lobo continúan. El frente está abierto ahora en Europa donde el Parlamento de la UE ha dado “la bienvenida” a la propuesta de Suiza de que la especie deje de estar “estrictamente protegida” por el Convenio de Berna de conservación de vida natural.
Los europarlamentarios han apoyado la proposición de un Estado que no es miembro de la Unión Europea y que va en contra de la postura que defenderá la UE en la Convención. Pero, aunque la protección total del lobo en España apenas tiene un año, esta votación ya ha servido al lobby cazador Fundación Artemisán para exigir que se retire la actual legislación española.
El comité permanente del Convenio de Berna se reúne a partir de este martes y tiene en su agenda una decisión con posibles efectos legales para la Unión Europea: sacar al lobo del listado de especies con mayor protección.
La Comisión Europea, en su propuesta para llevar una posición común, escribe que “basándose en los últimos datos científicos y de acuerdo con el marco legal actual, la Unión Europea debería oponerse a la propuesta de Suiza para mover al lobo del listado de especies estrictamente protegidas”.
Y añade que, si se aprobara esta proposición, “llevaría al nivel más bajo de protección a todas las poblaciones de lobo en Europa sin importar sus respectivos estados de conservación y tendencias en los diferentes territorios”.
La enmienda de Suiza pide “armonizar” el estatus, es decir, que su posición legal sea la misma en todos los países europeos –en este caso la posición menos blindada– porque hay Estados que se descolgaron de ese listado al ratificar el convenio. España fue uno de los países que, en 1986, introdujeron esa “reserva” para el lobo.
“La propuesta suiza armonizaría a la baja”, concluye el documento para una posición común que recuerda que incluir o sacar una especie de esos listados “está basado en los datos científicos disponibles”.
En ese sentido, la evaluación de la UE sobre el estado de conservación del lobo “basado en los datos proporcionados por los Estados miembro”, concluyó que la especie “aun está en un estado desfavorable e inadecuado” en seis de las siete biorregiones de la Unión. “Aunque la tendencia es positiva y ha recolonizado zonas, todavía no ha llegado a un nivel favorable en la mayoría de los Estados miembros”.
Contradicción interna
La resolución europarlamentaria de la que han echado mano los cazadores en España se debatió el pasado 24 de noviembre. El Parlamento de Estrasburgo aprobó una moción conjunta –meramente declarativa– que “enfatiza que el estado de conservación del lobo a nivel paneuropeo justifica una mitigación de la protección y en consecuencia la adopción de la enmienda”.
Un párrafo que entra en contradicción directa con los informes a los que ha aludido la Comisión Europea.
La resolución, en realidad, se titula “sobre la protección del ganado y los grandes carnívoros en Europa”. Su texto, muy extenso, dice también que “los lobos están acercándose mucho a los humanos de manera cada vez más frecuente” y “ya han causado víctimas humanas”.
“Esta resolución falla a la naturaleza y a los ganaderos”, ha analizado el responsable de políticas sobre biodiversidad de WWF Europa, Sabien Leemans. “Los lobos están siendo utilizados como chivos expiatorios para los problemas que afectan a la ganadería extensiva”, añade Leemans. “En lugar de promover el cuento de hadas de que disparar a los lobos resolverá los problemas, los eurodiputados deberían concentrarse en las soluciones que ya están disponibles”.
La idea de aguar la protección que el Convenio de Berna ofrece al Canis lupus tiene más de una década y media. En 2006, Suiza ya llevó una enmienda muy similar. En 2018, otra vez Suiza quiso que el comité permanente votara la propuesta que no llegó a ese trámite por “falta de datos”. Ahora ha vuelto a presentarla.
A monte revuelto, ganancia de cazadores
Y, aprovechando este ambiente revuelto, el lobby cazador español, Fundación Artemisan, se ha agarrado a la declaración aprobada en el Europarlamento para insistir en su petición de que el Gobierno retire la protección general de la especie.
Esa protección impide, grosso modo, que se incluya a los lobos en la lista de trofeos de caza. No puede ser declarada cinegética, como ocurría anteriormente con las manadas al norte del río Duero. Eso hacía que algunas comunidades autónomas, como Castilla y León, crearan cupos de lobos cazables cada temporada. Con el nuevo estatus, eso ha desaparecido.
Artemisan repite que “ya advirtió” de que “la prohibición de su caza iba a generar graves problemas”. Y luego repite: “La evolución de la especie y población actual en España es una de las mejores a nivel europeo”.
Hace solo dos semanas, el Ministerio de Transición Ecológica informó desfavorablemente sobre los planes del Principado de Asturias para permitir la caza de un ejemplar de lobo en el Parque Nacional de los Picos de Europa.
El Gobierno entendía en su dictamen –preceptivo, pero no vinculante según la nueva normativa– que no podía afirmarse que la muerte de un individuo fuera inocua para la especie. Asturias puede seguir adelante con su plan ya que este informe no es impedimento legal, aunque grupos ecologistas contrarios a este método de gestión consideran que sí sería un argumento para un posible recurso ante los tribunales.