El maquinista del tren Alvia accidentado el pasado miércoles en Santiago de Compostela, Francisco José Garzón, ha pasado a disposición judicial este domingo en torno a las 18.20 horas, hasta donde fue conducido por la Policía Nacional.
El conductor del convoy que sufrió un grave accidente, en el que fallecieron 79 personas y resultaron heridos más de un centenar de pasajeros, ha sido conducido a los juzgados de Santiago de Compostela en un vehículo policial con los cristales traseros tintados. Este vehículo iba precedido por un furgón policial y detrás los seguía un coche camuflado.
Sobre las 18.20 horas, algo menos de hora y media antes de que se extinguiese el plazo de 72 horas desde su detención, el coche que llevaba al maquinista entró en los juzgados de Fontiñas por el acceso de vehículos frente al cual se congregaban más de una treintena de periodistas. El traslado a dependencias judiciales se ha realizado intentado preservar la imagen del maquinista.
Pasadas las 16.00 horas había empezado a haber movimiento de la Policía Nacional en torno a los jugados y, tras la llegada de los abogados, minutos antes de las 17.00 horas, se habían desplazado al edificio judicial tres furgones policiales con al menos una docena de agentes, que habían procedido a despejar la entrada de vehículos y a establecer un amplio cordón policial en la zona.
Francisco José Garzón pasó la noche en la Comisaría de la Policía Nacional en Santiago, después de que este sábado a mediodía recibiese el alta médica del Hospital Clínico, donde había sido formalmente detenido el jueves a las 19.40 horas.
La Policía ya intentó el pasado viernes tomarle declaración, pero el maquinista se acogió a su derecho a no declarar. Una vez concluido un primer atestado policial, ahora el juez Luis Aláez intentará tomarle declaración. La Policía acusa al maquinista de un supuesto delito de homicidio por imprudencia.