La restitución “al 100%” del Hospital Carlos III como centro de referencia para enfermedades infecto-contagiosas. Ha sido el reclamo que ha protagonizado la protesta de la 'Marea blanca' en Madrid este domingo. Los sindicatos y asociaciones de la Mesa en Defensa de la Sanidad Pública (Medsap) han exigido la recuperación de un servicio que fue desmantelado en noviembre de 2013, cuando se trasladó al hospital de La Paz, a donde fueron derivados los casos de pandemias.
El Carlos III se convirtió en un centro de media y larga estancia dependiente del centro de La Paz hasta que, el pasado día 7, el servicio fue reabierto para el traslado del sacerdote Miguel Pajares, contagiado de ébola en Liberia y que falleció unos días después. “Se volvió a montar de manera precipitada una UCI que había sido desmantelada, así como un laboratorio en una de las habitaciones de la sexta planta de este centro”, ha explicado la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI-F), uno de los sindicatos adheridos a la protesta.
El portavoz de la plataforma, Jesús Escudero, ha dicho que “tanto montar y desmontar” las instalaciones está produciendo enormes gastos a las arcas públicas además de colocar al personal sanitario “en grave riesgo”. Escudero ha puesto el ejemplo del Hospital San Juan de Alicante, donde este sábado fue activado el protocolo contra el ébola ante un posible paciente infectado, y donde asegura que el personal sanitario no cuenta con los mismos materiales de seguridad que en Madrid.
“Plan de privatización soterrado”
Además de exigir la reapertura del Carlos III, la 'marea blanca' ha denunciado la situación de irregularidad del Hospital de Fuenlabrada, donde se está investigando la cesión de datos de los pacientes a una clínica privada de Brunete. En este sentido, han subrayado que la Comunidad de Madrid lleva a cabo un plan de privatización “soterrado” mediante el cual deriva servicios como el de transfusiones, pruebas diagnósticas, cirugías y lavandería.
En un comunicado, se quejan también de la situación crítica que en verano viven las urgencias, hospitales y centros de salud madrileños, con “interminables listas de espera, personal al límite y pacientes crónicos sin tratamiento en riesgo —algunos inminente— de muerte”.
La concentración ha tenido lugar frente al Ministerio de Sanidad y en ella han participado más de un centenar de personas entre profesionales y pacientes, así como integrantes de la Plataforma de Inmigrantes de Madrid, que han reclamado la restitución de la tarjeta sanitaria a los extranjeros.