Mari Ángeles García ha ganado la batalla que emprendió hace dos años para poder ser operada en un hospital público de la listesis lumbar que padece tras rechazar ser derivada a la sanidad privada. La denuncia que realizó en eldiario.es contando su caso ha hecho reaccionar a la Consejería de Sanidad de Madrid, que de inmediato se puso en contacto con ella. El lunes pasado, el departamento de neurocirugía del Gregorio Marañón le confirmó que su intervención está programada para octubre, por lo que esta semana ha empezado a realizarse las pruebas del preoperatorio.
“Estoy muy contenta, pero a la vez enfadada porque solo cuando he hecho público mi caso he logrado que se me reconozcan mis derechos”, afirma Mari Ángeles.
Esta madrileña de 61 años llevaba en lista de espera desde diciembre de 2013 aguardando a que la Consejería de Sanidad la avisara para ser intervenida en el Gregorio Marañon, el hospital al que pertenece y en donde tienen todo su largo y complejo historial de enfermedades. Pero su rechazo a aceptar como alternativa los tres hospitales privados que le ofrecían -la Clínica Moncloa, Clinsa y Nuestra Señora de América- hizo que pasara a engrosar la lista de los 1.509 pacientes que han superado el año de espera por el mismo motivo. “No me negué por capricho, sino porque mi intervención es delicada y yo confío mucho en la sanidad pública. Me encuentro más segura si me operan en mi hospital de referencia que cuenta, además, con más medios si surge cualquier complicación”, insiste Mari Ángeles.
Sus temores tienen como fundamento las numerosas dolencias que padece desde la adolescencia: asma, lupus o la enfermedad de Crohn. Precisamente, este miércoles iba al hospital a recoger los resultados de una biopsia del tejido digestivo que le hicieron en enero. “Han tardado lo suyo, pero bueno, al menos ya la tengo”, comenta. También esta semana debe visitar al neumólogo, por su asma. “Me paso la vida en consultas”, lamenta.
Una llamada inesperada de la Consejería
Mari Ángeles desvela que la semana pasada, nada más aparecer el reportaje en el diario.es, recibió una llamada telefónica de un portavoz del gabinete de la Consejería de Sanidad. “Parecía molesto por mi denuncia. Me dijo que no entendían por qué había hecho público mi caso cuando estaba a punto de solucionarse”. “Pero a mí, oficialmente, nadie me había dicho eso hasta entonces. Nadie me llamaba y cuando preguntaba me aseguraban, semana tras semana, que no aparecía en las programaciones próximas. Es casualidad que lo hayan solucionado justo ahora”, añade Mari Ángeles.
El lunes pasado decidió comprobar si efectivamente su operación tenía ya fecha. Llamó a neurocirugía del Gregorio Marañón. “Me dijeron que iban a comprobarlo y que me llamarían ellos más tarde”. Y así fue. Su operación ha quedado programada para octubre. “Solo me falta saber el día, que me lo fijarán en cuanto tenga el visto bueno del anestesista”, aclara la mujer, visiblemente contenta.
Mari Ángeles no oculta que toda esta espera le ha resultado dura, “no solo por lo mal que lo estoy pasando debido a mi enfermedad, que es degenerativa”. Cuenta que también ha sufrido la incomprensión de amigos, de algunos compañeros de trabajo e incluso de familiares por haber rechazado las alternativas en la privada que le ofrecían. “No de todos -puntualiza-. Afortunadamente, tengo a mi familia más cercana me ha apoyado y me entiende, como mi marido y mi hija Lorena, que son los que me cuidan”.
“Yo animo a otros pacientes que se encuentren en las mismas circunstancias que yo a hacer lo mismo, a acudir a los medios de comunicación a contarlo, porque parece ser que es la única manera de que nos hagan caso”, dice, mucho más tranquila, después de saber que su cita con el quirófano por fin está muy cerca.