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Los agujeros del máster de Casado por el que la Fiscalía considera que no debe ser investigado

La Fiscalía ha considerado que el Tribunal Supremo no debe abrir una investigación penal al presidente del PP, Pablo Casado, por su máster en la URJC. La jueza de Instrucción, Carmen Rodríguez-Medel había solicitado la imputación de Casado –aforado por ser diputado– por considerar que cooperó en una prevaricación al admitir privilegios para obtener su titulación.

Casado disfrutó de un curso plácido ya que solo tuvo que superar cuatro asignaturas. El resto le fueron convalidadas. Los responsables del máster, con el catedrático Álvarez Conde a la cabeza, admitieron que su licenciatura en Derecho le libraba de la mayoría del programa. El proceso administrativo de convalidación le pareció correcto a la jueza. Así que no quedaban más que cuatro asignaturas.

Pablo Casado pudo superar lo que quedaba de posgrado sin acudir a clases, como saltó en abril de este año (en medio del caso de Cristina Cifuentes). Casado se ha aferrado a la versión de que hizo lo que le indicaban en la Universidad. ¿Quién? Una vez más Álvarez Conde. Por lo que el político se limitó a preparar cuatro trabajos que mostró en un encuentro con periodistas, pero sin poder revisarse ciertamente su contenido. El actual presidente del PP no tuvo contacto con los profesores responsables, según explicó él mismo. Su interlocutor era Álvarez Conde

Al alumno Casado no le requirieron un trabajo fin de máster como tal. No había obligación legal en la normativa general aunque las Universidades podían aumentar sus niveles de exigencia. De hecho, en un informe para el Ayuntamiento de Madrid del Instituto de Derecho Público que impartía el curso, su director explicaba que los alumnos becados por el Consistorio sí debieron preparar un trabajo así. Aunque, finalmente, no se hizo una lectura de los mismos.

A pesar de que Pablo Casado se dibujó a si mismo como “un alumno más”, al empezar a conocerse su manera de cursar el máster (“yo sé dónde está la cafetería o la secretaría de alumnos en el campus de Vicálvaro”, argumentaba), lo cierto es que en esos momentos era el presidente de la Nuevas Generaciones del Partido Popular en Madrid. Un PP madrileño regido por Esperanza Aguirre, presidenta cuasiomnipotente de la Comunidad de Madrid. Además, ya engrosaba las filas del grupo parlamentario popular en la Asamblea de Madrid al ser diputado autonómico. 

La decisión final del Supremo aún está pendiente. Mientas, tres compañeras de promoción de Casado, María Mateo Feito, Alida Consuelo Mas Taberner y María Dolores Cancio Álvarez, ya están imputadas por hechos muy similares. Estaban en el grupo de privilegio del máster. En sus declaraciones se ha descrito cómo accedieron al título escasísima exigencia por parte de los docentes al cargo.