La sanidad es una profesión en la que predominan las mujeres. Hay más médicas y más enfermeras, pero la superioridad numérica no se ve reflejada en los escalones más altos de los organigramas. Pese a que el 61% del personal médico que trabajaba en 2021 en centros sanitarios públicos eran mujeres, en ninguna comunidad autónoma eran ellas quienes ocupaban la mitad de las jefaturas de servicio. Es una situación que se replica en organizaciones profesionales, facultades de Medicina y en proyectos de investigación y a la que un estudio ha logrado poner cifras.
La Federación de Asociaciones Científico-Médicas Españolas ha presentado este martes el estudio ‘Mujeres en Medicina en España (Womeds)’, en el que señalan esta brecha que afecta a los puestos de poder y responsabilidad del sistema sanitario. “Este proyecto nos ha permitido identificar que sí existe sesgo de género en nuestra profesión” y “nos permite monitorizar los cambios que esperamos que se den para eliminarla”, ha explicado la presidenta de la Federación, Pilar Garrido.
El estudio destaca el bajo porcentaje de mujeres jefas de servicio en la sanidad pública española. Pese a que más de la mitad del personal médico eran mujeres, en ninguna de las 12 comunidades autónomas que facilitaron datos para este trabajo el resultado era equivalente si se trasladaba a ese cargo de mayor responsabilidad. La que registró peores parámetros fue Andalucía, con un 20,3%. Pero ni en Navarra, con la tasa mayor, se llegaba a la mitad: solo un 46,7% eran jefas. En las secciones, la situación tampoco oscila demasiado y va del 24,8% de Aragón al 53,2% de la comunidad foral.
Además de la asistencia sanitaria, el estudio abarca las organizaciones profesionales y las carreras académicas e investigadoras. “Lamentablemente, en todos ellos observamos un claro margen de mejora en cuanto al número de mujeres que acceden a posiciones de liderazgo”, señala Garrido.
Un 45% de profesoras médicas, pero un 27% de decanas
En la universidad se replica lo que ocurre en el sistema sanitario. En 2021, cuando se recabaron los datos de Womeds, en España había 44 facultades de medicina (hoy son 46), en las que impartían clase 13.567 docentes médicos. El 45% son mujeres, pero esa tasa cae a medida se asciende en el escalafón. Solo el 10% son catedráticas con plaza vinculada asistencial y solo son el 28% del total de catedráticas. Estos puestos son los de mayor estabilidad en la carrera académica.
“El porcentaje femenino para directoras de departamento y decanas fue del 26% y del 27% respectivamente en el curso académico 2020-21; la situación en las universidades es, por lo tanto, preocupante, con una llamativa falta de mujeres en puestos de liderazgo”, desarrollaba la vicepresidenta de la Conferencia de Decanos, Carmen Gallardo. Se pierden puestos de liderazgo, pero también se rompe el espejo de la representatividad: el porcentaje de mujeres que dirigen tesis doctorales es “claramente inferior al de hombres”, explica la Federación: el 38%, frente al 62%.
A la hora de investigar, la tasa bordea la paridad. El 45% de los proyectos presentados fueron liderados por mujeres, pero aquí la brecha se ensancha por otro frente: la financiación media fue un 24,3% inferior a los hombres. Hay otros ejes que corregir: en 2021, solo el 40% de solicitantes y beneficiarias de ayudas del programa de intensificación de la actividad investigadora fueron mujeres. Ese año, de los 32 institutos de Investigación Sanitaria acreditados solo tres de los 22 directores científicos eran directoras.
En cuanto a las organizaciones profesionales, el estudio muestra que solo siete de los 51 colegios de médicos en España tuvieron una mujer presidenta. En las academia de medicina, el porcentaje va del 0% en Salamanca, Sevilla, Asturias, Galicia y Valladolid al 50% de Catalunya, aunque el cargo más frecuentes es el de secretaria general (23,1%).
“Encontramos una brecha de género en contra de las mujeres en los altos cargos de liderazgo y representación institucional en los colegios oficiales médicos, academias de medicina y universidades”, verbaliza la catedrática de Economía de la Salud Beatriz González. Ocurre también en congresos médicos nacionales, donde pese a que su presencia como ponentes y expertas es variable, solo en la Sociedad Española de Medicina Nuclear, en la de Cardiología y en la de Dermatología y Venereología la tasa es superior a uno.