Íñigo Méndez de Vigo ha comparecido por primera vez en la legislatura en la Comisión de Educación del Congreso. Su discurso, de cerca de 40 minutos, ha estado impregnado de buenas voluntades y optimismo. Pero también de justificaciones y explicaciones para construir una confianza perdida por su antecesor en el cargo. “No se nos ha ocurrido ahora solo porque tengamos los diputados que tenemos”, ha espetado a los grupos de la oposición sobre el futuro pacto educativo, centro de buena parte de su intervención.
“Hay que evaluar que funciona y qué no. El pacto sí puede ser posible si todos los queremos. Nada o casi nada es blanco o negro. La Lomce tiene aspectos positivos y probablemente aspectos no tan positivos”, ha admitido en una réplica en la que también ha asegurado siempre ha explicado a la comunidad educativa y a las comunidades “lo que iba a hacer”.
Méndez de Vigo continúa allanando así el camino para lograr el consenso, muchas veces cuestionado por la oposición, que se ha referido en varias ocasiones durante la Comisión a por qué ahora sí el PP se dispone a negociar y antes no lo hizo. “Ha habido mucha anticipación de ese debate que se va a hacer [refiriéndose al pacto]. Tienen derecho a dudar de la voluntad del Gobierno, pero creo que ha sido bastante audaz, se ha atrevido a escuchar qué es lo que quieren ustedes”.
Méndez de Vigo ha dedicado más de la mitad de su comparecencia a recordar los “avances” desde que ocupa la cartera de Educación con cifras que después le han rebatido algunos portavoces en un intercambio sinfín de números. “Se han completado cosas iniciadas y otras nuevas, aunque son varias las debilidades que sigue registrando el sistema educativo”, ha dicho antes de anunciar una batería de 15 medidas que dirigirán su acción en esta legislatura y que “podrían acaparar consenso”.
En una intervención íntegramente leída ha mencionado la ampliación de la escolarización temprana, la actualización de currículos y metodologías, la promoción del uso de tics y de la enseñanza plurilingüe, un sistema de becas que “garantice la igualdad”, la evaluación del conocimiento del alumnado y del sistema educativo, la revisión de la financiaciónd de las universidades o la implantación de una nueva gobernanza universitaria.
El ministro y también la portavoz del PP de Educación, Sandra Moneo, han insistido en la “educación equitativa e inclusiva”, aunque sin olvidar la “excelencia”, y han bandeado en no pocas ocasiones las referencias de los portavoces del PSOE, Unidos Podemos-En Comú-En Marea y el Grupo Mixto a la “nefasta gestión” del exministro José Ignacio Wert. “No nos tiremos los trastos a la cabeza”, ha respondido diplomático Méndez de Vigo. “No merece la pena hablar del pasado, me importa el presente. Agua pasada no mueve molino”, ha añadido.
Contar con la comunidad educativa
Unidos Podemos ha subrayado en su intervención la necesidad que se escuche a la comunidad educativa en el proceso de negociación del pacto. “No se puede quedar entre estas cuatro paredes y ser un acuerdo entre nosotros”, ha defendido la diputada Irene Montero, que ha preguntado directamente a Méndez de Vigo si está entre sus planes “devolver las ratios a la situación anterior a 2012” y “restablecer el sistema de becas”. “Han caído 600 euros menos de media. A lo mejor no les dan para cubrir. El gasto medio por familia en educación se ha incrementado un 30% desde 2006”.
Los socialistas, que han dividido su discurso en tres partes pronunciadas por tres diputados diferentes, ha hecho memoria de los recortes en educación desde que el PP está en el Gobierno y ha constatado “la diferente concepción de la educación que tenemos”. “Se han perdido 20.000 plazas de docentes, una medida que ha repercutido en la calidad educativa”, ha dicho el diputado Manuel Cruz, portavoz de Educación. El PSOE no ha dedicado apenas tiempo a reflexionar sobre el pacto o marcar sus líneas.
Ciudadanos, “satisfecho”
La posición de Ciudadanos en la Comisión se ha alineado con el discurso de optimismo y esperanza del PP. “Se ha conseguido en el terreno de la educación más que en los últimos 40 años, al menos aptitudinalmente. Estoy satisfecha respecto a planteamientos y coinciden con muchas cosas que hemos propuesto”, ha afirmado Marta Martín, que considera que “se ha rebajado la tensión”.
La diputada ha hecho una propuesta concreta que el ministro ha prometido considerar y que pasa por dar cuenta a los consejos escolares estatales de los temas que se vayan tratando en la Subcomisión de Educación que se creará para llegar a un pacto educativo. Martín también ha preguntado a Méndez de Vigo por las medidas previstas para atender las necesidades educativas especiales y le ha pedido información sobre cuestiones concretas del plan contra el acoso, como el anunciado registro estatal de convivencia.
Los más críticos han sido los partidos del Grupo Mixto, que en su mayoría han reprochado a Méndez de Vigo que hasta ahora “se han invadido competencias”. “¿Considera que la Lomce es un fracaso? ¿Ustedes están queriendo liderar un pacto de porque creen en ello o porque no tienen una mayoría absoluta?”, ha espetado el diputado del PNV Joseba Aguirrextea. Este partido, EH Bildu y ERC han exigido al ministro que “respete el ámbito competencial” y que “el pacto no se convierta en una nueva Lomce”.
La Subcomisión, pendiente de creación
A las 10 de la mañana del miércoles se vuelve a reunir la Comisión de Educación, esta vez para debatir y votar el texto -presentado en conjunto por PP, PSOE y Ciudadanos- para la creación de una subcomisión ad hoc con el objetivo de sentar las bases para una nueva ley educativa en el plazo de seis meses. La propuesta saldrá adelante, aunque cuente con la abstención de Unidos Podemos, que baraja esta postura si no se acepta una enmienda que presentará mañana.
A partir de esos cimientos, el Gobierno redactará un proyecto de ley que acabará con la Lomce. Al menos con la Lomce que cocinó el Ejecutivo cuando tenía mayoría absoluta y a Wert al frente del Ministerio de Educación.