Redacción Medioambiente, 18 nov (EFE).- Tras una semana de negociaciones “muy técnicas y con poca implicación política”, la COP 29 encara su recta final con todas las miras puestas en los nuevos objetivos de financiación, y en la resolución de “algunos escollos” del artículos 6 del Acuerdo de París para regularizar los mercados de carbono.
Así lo ha explicado en una entrevista telefónica con EFE la directora de la Fundación Empresa y Clima, Elvira Carles, que ha participado como observadora en las últimas 17 cumbres del clima y que esta semana se desplazó a Bakú (Azerbaiyán) para seguir de primera mano los avances de una reunión “especialmente técnica”.
Hasta tal punto ha sido así, ha dicho, que en la que en la primera semana solo se han “cerrado las agendas de trabajo y marcado las líneas rojas”.
Este lunes “llegan un montón de ministros y estos son los que, en base a esa agenda cerrada y aprobada por todos los grupos de negociación, trabajan para conseguir acuerdos”, comenta Carles, que subraya que esta semana las negociaciones irán encaminadas a perfilar detalles del artículo 6 del Acuerdo de París y dar con un nuevo Objetivo Cuantificado de Financiamiento Colectivo (NCQG por sus siglas en inglés).
Financiación
El acuerdo sobre el NCGQ ha sido el punto clave en Bakú desde el inicio de las negociaciones, ya que es “el que marca la financiación climática” para acometer medidas que impidan que la temperatura aumente 1,5 ºC con respecto a niveles preindustriales y es “necesario para desbloquear otros puntos de las negociaciones como el Global Stock trade” .
El eje de debate, apunta Carles, se centra “en quién paga qué”, ya que la Unión Europea y otros países desarrollados, que hasta ahora se han encargado de financiar proyectos de transición climática en 41 países, exigen la colaboración de naciones “con capacidad para dar dinero, como China, Arabia Saudí y Singapur”, que “no están obligados a dar ni recibir ayudas”, de acuerdo al protocolo de Kyoto.
“La postura de la UE es que sólo con los del primer grupo, donde se incluye la Unión Europea, Estados Unidos, Japón, Canadá, etcétera, no es suficiente la financiación que tenemos ahora ni a futuro”, dice Carles, que ha hablado sobre las consecuencias de la victoria de Donald Trump en EE,UU. y la posibilidad de que el país, que hasta ahora “ha sido un gran donante”, salga del Acuerdo de París.
“La salida de EE.UU. del Acuerdo Marco es importante, pero lo único que hace es ralentizar el proceso, no desmontarlo”, asegura Carles, que subraya la labor de otros actores como la Unión Europea como “primer financiador mundial”.
“Tres escollos” para regularizar el mercado de carbono
Mientras las negociaciones de financiación acaparan la atención mediática, Carles subraya que “las normas para poner en marcha el mecanismo de los mercados de carbono a nivel mundial ya han sido aprobadas”, aunque, señala, “quedan tres escollos” en el Artículo 6 del Acuerdo de París para asegurar el consenso
“El artículo 6 lo que hace es proporciona que los mercados de carbono sean fiables y transparentes” en materia de compra-venta de derechos de emisión, comenta Carles, que añade que “todavía hay unos subartículos del 6.2, 6.4 y una pequeña cosa del 6.8 que no están cerradas”.
Entre los obstáculos destacan la falta de consenso en cómo se controlará el registro para evitar una doble contabilidad de los créditos de carbono, cómo se controlarán las autorizaciones de posibles proyectos entre países, y el desacuerdo en lo relativo a la captación de carbono atmosférico, que, para Carles, debe limitarse a “las emisiones que ya están emitidas” no a las que estén por emitir.
A pesar de ello, Carles valora como “muy posible” que los participantes de la COP29 solventen sus discrepancias al respecto y vaticina que para esta semana se avanzará mucho en el artículo 6.