Casi la mitad del territorio de la Unión Europea se encuentra en riesgo de sequía

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —
18 de julio de 2022 15:54 h

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Casi la mitad del territorio de la Unión Europea se encuentra en riesgo de sequía. Y, en el caso de España,  los volúmenes de agua almacenada en embalses son un 31% inferiores a la media de los últimos 10 años. Así lo recoge el informe de julio del European Drought Observatory publicado por el Joint Research Centre de la UE, que recoge el análisis de la evolución y el impacto de la sequía prolongada en Europa.

De acuerdo con el informe publicado este lunes, una gran parte de Europa está expuesta a niveles de sequía preocupantes (44% de la UE más Reino Unido) y alarmantes (9% de la UE y Reino Unido), asociados con el déficit de humedad en los suelos, combinado con el los problemas para la vegetación.

“La sequía en gran parte de Europa es crítica”, dice el estudio, “ya que el déficit de precipitaciones de invierno y primavera –19% del promedio de 1991-2020 en todas las áreas de alerta en la UE y el Reino Unido, y 22 % en áreas bajo alerta de sequía– se ha visto exacerbado por las primeras olas de calor”.

Según el informe, “la descarga de los ríos en varios países se ve gravemente afectada y los volúmenes de agua almacenados también se agotan. En conjunto, esto puede requerir la adopción de medidas extraordinarias de gestión del agua y la energía en los países afectados”.

La falta de precipitaciones lleva consigo que el contenido de agua del suelo se reduzca significativamente, lo que ha dificultado que las plantas extraigan el agua que necesitan, lo que ha provocado problemas generalizados en la vegetación, concretamente en las tierras bajas de Italia, en el sur, centro y oeste de Francia, en el centro de Alemania y el este de Hungría, Portugal y el norte de España.

“El estrés por agua y calor está reduciendo el rendimiento de los cultivos desde una perspectiva previamente negativa para los cereales y otros cultivos”, dice el informe: “Francia, Rumanía, España, Portugal e Italia tendrán que hacer frente a esta reducción del rendimiento de los cultivos. Alemania, Polonia, Hungría, Eslovenia y Croacia también se ven afectados”.

“En Italia, la cuenca del río Po se enfrenta al nivel más alto de severidad de la sequía”, prosigue el estudio: “Se ha declarado emergencia por sequía en cinco regiones italianas y la disponibilidad insuficiente de agua ha llevado a múltiples restricciones de uso en varios municipios. En Francia se han tomado medidas similares para restringir el uso del agua”.

El estudio añade: “La situación también es difícil en toda la Península Ibérica. En España, los volúmenes de agua almacenada en embalses son actualmente un 31% inferiores a la media de los últimos 10 años. En Portugal, la energía hidroeléctrica almacenada en embalses está a la mitad de la media de los siete años anteriores. Ambos países están experimentando condiciones propicias para los incendios forestales”.

La producción de energía, también afectada

La producción de energía de las centrales hidroeléctricas hasta principios de julio fue inferior a la media de 2015-2021 en muchos países europeos, especialmente en Italia (-5.039 GWh respecto a la media), Francia (-3.930 GWh) y Portugal (- 2.244 GWh). La misma disminución se aplica a los niveles de los embalses hidroeléctricos, afectando a países como Noruega, España, Rumanía, Montenegro y Bulgaria, entre otros, explica el informe.

“Esta falta de agua también está reduciendo o suspendiendo las operaciones de producción de energía hidroeléctrica y termoeléctrica en todos los países. En resumen, las condiciones de sequía y la escasez de agua están afectando la producción de energía y reduciendo el rendimiento de los cultivos”, añade.

“Los pronósticos desfavorables para los próximos meses pueden comprometer el suministro de agua y probablemente mantendrán alta la competencia por este recurso”, prosigue el documento: “La gestión integrada de los recursos hídricos es vital para garantizar una cantidad sostenible de agua de buena calidad para todos los usuarios del agua y el medio ambiente en una cuenca fluvial determinada. Si bien las estrategias de mitigación de la sequía son de suma importancia ahora, también lo es abordar la causa raíz del problema: el cambio climático y su interrupción del ciclo del agua del planeta. También se necesitan más esfuerzos para adaptarse de manera preventiva a los patrones climáticos cambiantes mediante un suministro de energía resistente al cambio climático y aplicando soluciones sostenibles en la agricultura”.