Unos 20.000 centroafricanos han huido en los últimos meses de la violencia en su país hacia la República Democrática del Congo (RDC), pero sus condiciones de vida allí son “desesperadas” y apenas tienen comida para sobrevivir, alertó hoy Médicos Sin Fronteras (MSF).
Los refugiados en la provincia de Équateur, al noreste de RDC, viven con asistencia humanitaria mínima, según MSF: “No hay agua potable, no hay letrinas, no hay acceso a la asistencia sanitaria. La comida es escasa y los mercados están vacíos”.
“Estamos viendo que las tasas de desnutrición severa están por encima del umbral de emergencia”, advirtió la coordinadora de emergencia en MSF, Nathalie Gielen, en un comunicado.
La vida en la RDC es difícil para los refugiados y las comunidades de acogida por igual: los 20.000 refugiados de los últimos meses se han unido a los 10.000 ya establecidos allí, y en algunas zonas superan en número a la población local.
Según MSF, los refugiados han llegado con muy pocas posesiones, viven en asentamientos improvisados y son muy dependientes de la comunidad local.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha anunciado que planea recolocar a los refugiados en un campamento cerca de Bili en los próximos días.
No obstante, denunció MSF, “mover a miles de refugiados puede tomar semanas y, mientras tanto, los refugiados y la población local necesitan extremadamente ayuda humanitaria”.
Además, los refugiados están sufriendo ataques violentos, secuestros, violaciones, robos y amenazas de los grupos armados en el lado centroafricano de la frontera.
“Sin embargo, algunas personas están tan desesperadas por conseguir algo de comer que están optando por volver a la República Centroafricana en busca de comida”, señala Gielen.
La República Centroafricana vive una espiral de violencia sectaria entre las milicias cristianas “Antibalaka” (“antimachete” en sango, la lengua nacional) y los rebeldes de Séléka (musulmanes y minoritarios en el país) iniciada a finales de 2013 y que ha provocado miles de muertos y decenas de miles de desplazados.