Tres mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas. Es el trágico balance que deja la violencia de género estos primeros días de octubre. Los casos, que se conocieron este lunes, elevan la cifra de feminicidios registrados por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad a 33 en lo que llevamos de 2015. Se mantienen, además, seis casos en investigación, que de confirmarse aumentaría el dato a 39 víctimas.
El primero de los casos descubierto este lunes ocurrió en Erandio (Bizkaia), donde el cuerpo de una mujer sin vida fue encontrado en el domicilio de su pareja con signos de violencia, después de que sus familiares presentaran una denuncia el pasado domingo por desaparición, ya que no tenían señales de ella desde el sábado.
La segunda víctima de violencia machista es una mujer de 23 años que presuntamente ha sido asesinada también por su pareja. La chica ha muerto a causa de una agresión producida en la vivienda donde ambos vivían con sus dos hijos menores. Por último, en Vigo, un hombre ha matado a su pareja y después se ha suicidado. Según la Policía Nacional todo apunta a que se trata de un caso de violencia machista, puesto que así figura en una nota que ha dejado el agresor.
Por otro lado, una cuarta mujer se encuentra en estado grave tras recibir varias puñaladas por parte de su exmarido a las puertas de un supermercado, según testigos presenciales. Los hechos ocurrieron durante la mañana de este lunes en la localidad zamorana de Morales del Vino.
El ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, ha condenado los tres asesinatos machistas y ha manifestado que estas últimas víctimas “refuerzan el compromiso del Gobierno en la lucha contra la violencia de género”. “Tres nuevos asesinatos que nos refuerzan el compromiso, porque hay salida”, ha añadido la secretaria de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, Susana Camarero.
Un compromiso que ha sido puesto en duda en varias ocasiones por las organizaciones feministas a la luz de los datos. El presupuesto para la prevención de la violencia machista se ha recortado un 26% desde 2010. Las entidades sociales piden multiplicar por diez el presupuesto destinado a financiar los servicios sociales de atención y apoyo jurídico y psicológico de la víctima.
Un tijeretazo que Alonso obvió en el balance oficial de violencia de género que realizó en el Congreso el 9 de septiembre. Aunque reconoció que “se han dado pasos importantes, pero insuficientes”, el ministro hizo una intervención alejada de la autocrítica sin nombrar datos negativos y evitando destacar los fallos que aún perviven en el sistema.
Por otro lado, los expertos apuntan a que no solo se trata de una cuestión presupuestaria y subrayan que el sistema de prevención no funciona. Algunas de las medidas que proponen se centran en que los servicios y la atención a las víctimas no dependan de la denuncia, fomentar una mayor formación de los profesionales que intervienen o incorporar la prevención de la violencia de género, el trato de las relaciones afectivas y sexuales y la igualdad en los programas educativos.