El primer carro de combate que alcanzó la plaza del Ayuntamiento de París el 24 de agosto de 1944 se llamaba Guadalajara. Le seguían otras semiorugas modelo M3 con nombres como 'Guernica', 'Ebro', 'Quijote' o 'España cañí' que ondeaban a su paso la bandera tricolor de la Segunda República Española. Frente a la historia oficial más arraigada, hay otra silenciada durante años que solo recientemente ha empezado a reconocerse: hubo una unidad de españoles que ayudó a la resistencia parisina enfrentándose a las tropas alemanas y estuvo a la vanguardia de la liberación de París del nazismo siendo la primera en tomar el corazón de la ciudad. Era la unidad militar conocida como La Nueve.
A este destacado y desconocido episodio se acerca ahora el documental La Nueve, esa gran historia, producido por La Factoría, que se estrenará este miércoles en la Universidad Carlos III de Madrid. Con el objetivo de rescatar “una historia muy oculta” y en forma de “homenaje” a estos hombres “que tras haber combatido en la Guerra Civil española siguieron peleando contra el fascismo”, el filme viajará después a otras ciudades españolas, explica su productor, Paulino Antona.
La Nueve es el nombre popular con el que se conoce a la 9ª Compañía de la 2ª División Blindada de la Francia Libre de Charles de Gaulle, comandada por el general Philippe Leclerc, que tuvo un papel muy destacado en la Segunda Guerra Mundial. La peculiaridad de La Nueve, dirigida por el capitán francés Raymond Dronne, es que estuvo formada casi en exclusividad por soldados españoles que habían combatido en el Ejército Republicano contra Franco y se habían exiliado tras su derrota. Anarquistas, socialistas y comunistas “que cogieron las armas en 1936 y no las soltaron hasta 1945”, ilustra Evelyn Mesquida, la periodista que descubrió la implicación de los españoles en la liberación de París.
Tras la contienda española, miles de republicanos salieron del país “creyendo que serían acogidos” por Francia, pero acabaron en campos de concentración del suroeste francés, Túnez, Argelia o Marruecos “en condiciones tremendas”, afirma Mesquida, una de las voces expertas que participan en el documental. Conscientes de la fuerza de trabajo y militar que constituían, las autoridades francesas les obligaron entonces a elegir entre la deportación a España, la incorporación a las compañías de trabajadores extranjeros o su inclusión en la Legión Extranjera Francesa, una opción elegida por la mayoría. Se calcula que entre 2.000 y 3.000 españoles pasarían a engrosar sus filas.
La entrada en París
El periplo que siguieron entonces lo explica el historiador Julián Vadillo Muñoz, otro de los expertos que aparece en el documental: “Tras la invasión alemana de Francia, el Ejercito francés se va a ir poniendo paulatinamente del lado de De Gaulle y la Francia Libre, que está en el exilio, y en el Chad va a surgir la compañía de Leclerc y dentro, La Nueve. Combatirán allí y saltarán después a territorio europeo, en concreto a Gran Bretaña, con el objetivo de ser desplegados. No participarán en el desembarco de Normandía –aunque sí hay españoles dispersos en diferentes unidades– pero sí en las batallas que conducen a las fuerzas francesas hacia París”.
A medida que los aliados se iban aproximando a la capital, la resistencia francesa en la ciudad fue haciendo cada vez más presión hasta que el 18 de agosto de 1944 se sublevó contra el ocupante alemán. Aunque el mando norteamericano no era partidario de encargarse de la reconquista de la ciudad, finalmente De Gaulle se impuso y logró que el general Eisenhower permitiera que algunas unidades se dirigieran hacia allí, entre ellas la compañía de Leclerc. Las tropas entraron a la ciudad por Porte d'Italie pasadas las 21.20 del 24 de agosto y empezaron entonces a distribuirse y batallar en diferentes puntos hasta que lograron la rendición de los alemanes el día siguiente.
“En ese momento había 20.000 alemanes armados, pero el enviar a la La Nueve los primeros, el general Leclerc sabía a quién mandaba. Los españoles sabían combatir como pocos y siempre iban en cabeza”, señala Mesquida, autora de La Nueve, los españoles que liberaron París. Así, los republicanos, que estaban peleando unidos contra el fascismo igual que lo habían hecho contra Franco en la guerra de España, se convirtieron en los primeros en pisar suelo parisino y en ser recibidos por la resistencia. Destacaría entre ellos el teniente de Burriana (Castellón) Amado Granell, que encabezaría La Nueve y quedaría inmortalizado en una famosa fotografía del periódico Libération.
Tras la rendición alemana y la proclamación de la liberación de la ciudad, que Charles de Gaulle hizo efectiva con un discurso que pasaría a la historia –“¡París ultrajada! ¡París destrozada! ¡París martirizada! Pero París liberada”–, las tropas españolas desfilaron victoriosas por la ciudad francesa el 26 de agosto con sus enseñas republicanas. Cuenta Vadillo una anécdota de este momento: y es que en París se encontraba la embajada de España, entonces controlada por Franco, que se quejó de que la bandera tricolor marchara por los Campos Eliseos, a lo que “de Gaulle haría caso omiso”.
Tras Hitler y Mussolini, Franco
Tras la liberación de la capital parisina, la guerra prosiguió y los españoles de La Nueve siguieron combatiendo. El final de la contienda coincidió justo con su llegada a Berchtesgaden (Alemania), donde también participaron en la toma del llamado Nido del águila, el refugio de Hitler en los Alpes bávaros. Sin embargo, en ese momento “ellos dicen: no, la guerra no ha terminado”, explica Mesquida, que hace hincapié en cómo “en la mente y en el corazón de todos ellos” estaba la idea de que, una vez derrotados Hitler y Mussolini, le tocaba el turno a Franco.
“La idea que tenían desde el principio es que esa unidad iba a ser la base que después liberaría a España. Daban por hecho que el siguiente en caer era Franco y pensaban que los aliados debían comprometerse en la caída de la dictadura y les ayudarían después”, esgrime Vadillo, que explica cómo para los españoles antifascistas “era tan importante liberar París como llegar a Madrid, lo consideraban un primer paso”. Sin embargo, sus pretensiones “no entraban en los planes” de los aliados y la derrota de Franco, que estaría 30 años más en el poder, nunca se produjo.
Mesquida, que conoció a varios de estos combatientes, la mayoría de los cuales se quedarían después a vivir en el país vecino, califica de “traición” el sentimiento con el que vivieron que este fuera el punto final. “Se sintieron completamente decepcionados. Esa fue la segunda traición, la primera había sido entrar en Francia después de haber combatido en la Guerra Civil y acabar en un campo de concentración y la tercera fue el olvido total en el que quedaron en la Historia”, remacha la periodista.
Sin embargo, La Nueve no fue la única unidad en la que participaron españoles republicanos. Se calcula que codo a codo con los aliados combatieron casi 20.000. De ahí que el documental, en el que participan varios expertos y descendientes de combatientes españoles agrupados en la Asociación 24 de agosto de 1944, presente a esta división también “como un símbolo y un icono” de los miles de militares españoles que participaron en la resistencia francesa.
Con el fin de la Segunda Guerra Mundial llegó el culmen del recorrido militar para la inmensa mayoría de españoles que lucharon en Francia contra la invasión nazi. Pero su papel clave en la liberación de París “quedó relegado al silencio” y su historia fue “completamente borrada”: “En España era lógico porque el franquismo duró hasta 1975, pero para mí la sorpresa fue también encontrarme que en Francia ocurría igual”, añade Mesquida. Hubo que esperar a principios del año 2000, en el 60 aniversario de la liberación, para que llegara el primer reconocimiento oficial por parte de las autoridades francesas, homenajes que poco a poco han ido multiplicándose aquí y allí. Sin embargo, la mayoría de ellos nunca llegó a verlo. El último superviviente de La Nueve, Rafael Gómez, falleció en 2020 con 99 años.