Esta es la imagen más lejana y precisa que se ha obtenido nunca del universo
profundo en el espectro infrarrojo, según la NASA. En ella se ve SMACS 0723, un cúmulo de
galaxias ubicado a millones de años luz de la Tierra.
Acompáñanos para descubrir los
secretos
que esconde esta imagen histórica 👇
Lo que vemos no es una foto actual: es el aspecto que el clúster de
galaxias tenía hace 4.600 millones de años, el tiempo que ha tardado la luz en llegar a
nosotros. Aunque parezca inmensa, la imagen muestra un trozo del cielo que, según la NASA, es
"del tamaño de un grano de arena si extendemos el brazo".
Todo lo que se ve en esa imagen correspondería, en realidad, a un
fragmento como este de una noche estrellada que es visible desde el hemisferio sur.
La imagen, obtenida por la NIRCam (Near-Infrared Camera) del James Webb,
es una composición realizada a partir de varias imágenes tomadas con diferente longitud de onda
durante 12 horas. El Hubble necesitaba semanas para obtener imágenes de peor calidad.
¿Qué son los objetos que se ven en la imagen? Principalmente, galaxias que
están a miles de millones de años luz de nosotros. Son, por ejemplo, las áreas circulares, en espiral u
otras formas que puedes ver por todo el retrato de esta ínfima parte del universo.
Esta otra que ves en el centro de la imagen, por ejemplo, es una galaxia
con forma de
espirales con barra.
Pero no todas están a la misma distancia. El James Webb ha podido
identificar galaxias que se crearon en los primeros pasos del universo. Generalmente, son las de
color más
rojizo. Ese pequeño punto rojo que ves, por ejemplo, es una imagen de hace 13.000 millones de
años, muy poco tiempo después (en términos cósmicos) del Big Bang.
También podemos ver objetos muy brillantes y centelleantes. Estos son
estrellas de nuestra propia galaxia, que están mucho más cerca.
Si te fijas, la imagen parece hacer un efecto de lupa en el centro. ¿Por
qué? Porque la masa total de este cúmulo de galaxias es tan grande que deforma el espacio y
actúa como una lente
gravitacional, según explica la NASA.
Es decir, que obliga a la luz de las galaxias más lejanas que están detrás del cúmulo a recorrer
ese espacio
curvado.
Por ejemplo, los datos del James Webb confirman que estos dos arcos
rojizos y alargados en el centro son un reflejo de la misma galaxia.
Esta primera imagen que reveló la NASA muestra el punto más
lejano del universo conocido. Pero, ¿y si miramos más cerca de nuestra galaxia?
Viajamos a otro punto del universo.
La imagen del Quinteto de Stephan es la más grande realizada por el
telescopio James Webb. Cubre un área de un quinto del diámetro de la luna y tiene 150 millones
de megapíxeles a partir de un millar de imágenes.
Este grupo de galaxias, cinco en total en interacción entre ellas, se
encuentra en la constelación de Pegaso.
No todas estas galaxias que ves pertenecen al Quinteto de Stephan, uno
de los entornos más densos de nuestro universo.
Las demás, en segundo plano, son
galaxias
lejanas (alguna del universo primordial) que hasta hoy no se han podido ver con tanto
detalle.
Aunque se llama un "quinteto", solo cuatro de las galaxias están realmente
juntas y participando en una verdadera danza cósmica.
La quinta en cuestión es NGC 7320, la más cercana y brillante de todas.
Está solamente a 40 millones de años
luz, mientras que las otras están a 290 millones de años luz.
Estas dos galaxias del sistema NGC 7318 están en plena interacción y
fusión,
algo común, sobre todo en el universo primordial (más caótico). Las galaxias en colisión, a
millones de kilómetros por hora, cambian dramáticamente de apariencia.
En las nubes de gas y polvo entremezcladas de las dos
galaxias (de color rojizo) saltan chispas. Se forman estrellas jóvenes, caracterizadas por una
luz mas
azulada.
¿Ves la cara? La parte más brillante de las galaxias del sistema la forman
dos ojos, y
el conjunto de brazos espirales y colas de mareas dibuja un curioso rostro sonriente. ¿El
pelo? Es el arco de luz roja que cruza el centro del grupo. Está despeinado, como es previsible
por las muchas violentas interacciones entre las galaxias
del Quinteto.
Este "arco" entre las dos galaxias en fusión no solo se compone de
nubes de gas y polvo (de color rojo), sino tambien de gas muy caliente.
Casi todas las galaxias tienen un agujero negro supermasivo, pero solo una
pequeña fracción se consideran "activas". Esta que ves, NGC 7319, es una. Su agujero negro
central tiene 24 millones de veces la masa del Sol.
Si observamos de cerca el centro de NGC 7319 podemos vislumbrar una
estructura con forma de "copo de nieve": es allí donde encontramos el centro activo de la
galaxia.
Si nos alejamos un poco vemos filamentos de materia (gas, principalmente
hidrógeno frío) perpendiculares a los brazos en espiral de la misma galaxia que alimentarán el
agujero negro central.
Más abajo, NGC 7317 llama la atención por su aspecto tan homogéneo en
comparación con
el resto. Se debe a que ha sido protagonista de las interacciones más tempranas entre estas
galaxias: protagonizó los primeros pasos de la danza cósmica del Quinteto.
¿Ves las estelas blancas alrededor del sistema? Son las colas de mareas,
un signo de una interacción compleja entre
galaxias en el pasado. Estas estructuras están compuestas principalmente de "gas arrastrado"
durante la interacción entre galaxias por efecto de las fuerzas de mareas gravitatorias.
En esas
colas se observan estrellas en formación, agrupaciones de estrellas jóvenes, e incluso, en los
casos más extremos, galaxias enanas enteras.
Lo publicado hasta el momento por la NASA es solo un aperitivo de lo que
vendrá. El James Webb, un telescopio con un espejo de 6,5 metros y 18 segmentos, está diseñado
para ir varios pasos más allá que su antecesor, el Hubble, por su alcance y su capacidad para
generar imágenes de mucha más calidad.
Estas imágenes son solo el principio: los científicos
analizarán ahora toda la información recogida en este "viaje en el tiempo", como lo denomina la
NASA, que nos ayudará a conocer mejor el origen del universo y cómo hemos llegado hasta
aquí.
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