Los obispos demandan que sus hospitales y residencias sean “zonas libres de eutanasia”
Los obispos quieren que los hospitales y residencias bajo su autoridad sean “zonas libres de eutanasia”. “Que podamos decir que estamos en una zona libre de una muerte provocada, porque provocar la muerte no puede ser nunca una referencia social para solucionar los problemas ni el sufrimiento”, señaló, durante una rueda de prensa, el portavoz de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello.
Argüello, que calificó de “mala noticia” la entrada en vigor, este viernes, de la ley de la Eutanasia, profetizó que no traerá consigo “una marea de peticiones” pero sí que llevará a gente a “acogerse a este ‘derecho’, y a muchas personas débiles a considerarse una carga para sus propias familias”.
Frente a la ley, el secretario general de la CEE deseó que “a partir de este momento creciera en España un movimiento fuerte de promoción de la vida, de los cuidados paliativos, que se respete la objeción de conciencia de los sanitarios, y de las entidades cuyo ideario pone por delante la dignidad y los cuidados”. El portavoz episcopal no llegó a avalar las marchas que han anunciado grupos ultracatólicos para otoño, ni a definir si habrá o no obispos en ellas.
Argüello también informó de una próxima reunión, el 15 de septiembre, con los responsables de las oficinas antiabusos de las diócesis para coordinar su trabajo. En el horizonte, una hipotética investigación sobre los abusos en la Iglesia española que, hoy por hoy, no está anunciada ni prevista. Preguntado sobre las críticas de expertos de la ONU, o del Alto Comisionado sobre la violencia infantil del Gobierno a la actuación “insuficiente” de la Iglesia española, el secretario general de la CEE las tildó de “injustas”, arremetiendo especialmente contra los expertos de Naciones Unidas.
“No sé si habrá en el mundo una organización que esté siendo mirada con tanta lupa, y que haya dado una cantidad de respuestas, tanto a escala global, como en las conferencias episcopales, como la Iglesia”, reivindicó Argüello.
“Me extraña que Naciones Unidas se haya podido dirigir a la FIFA o al Comité Olímpico. O que la UNESCO se haya podido dirigir al mundo e las escuelas”, respondió con sorna, insistiendo en que “estamos haciendo un camino, especialmente espoleados por el Papa Francisco”.
Una “desamortización encubierta”
En cuanto al anteproyecto de reforma de la Ley de Patrimonio Histórico, Argüello admitió que “me sorprendería que se hablase que solo los bienes propiedad de la Iglesia fueran los inalienables”, y advirtió, ante una posible desamortización encubierta: “Si no pueden ser enajenados, tampoco embargados”
“No se puede ser juez y parte. No creo que haya ningún obispo de España que se le ocurra vender su catedral, sería lo último. Pero en la España vacía, en la situación de montones de edificios, templos y ermitas que hay en lugares donde la población es muy escasa, la Iglesia y también la sociedad española tenemos un problema”, finalizó el portavoz, subrayando que “no queremos privilegios ni discriminaciones”.
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