La Iglesia católica recauda más que nunca, pero los contribuyentes marcan cada vez menos la X en la declaración de la renta. Esta es la paradoja de los datos del IRPF que esta mañana ha presentado el gerente de la Conferencia Episcopal, Fernando Giménez Barriocanal. “Yo no estoy contento ni satisfecho con estos datos”, ha apuntado.
Los datos son tozudos: en la última declaración de la renta, la Iglesia recibió, directamente de los Presupuestos Generales del Estado, en virtud de una casilla que sólo tiene ella, 256,2 millones de euros, la cifra más alta desde que se implementó este procedimiento en 1987, y siete más que en el ejercicio pasado. “El aumento de la cantidad se debe a la mejora de la situación económica de nuestro país. Aumenta el número total de contribuyentes que hacen la renta, como en la renta declarada”, explicó Barriocanal.
Sin embargo, por primera vez en años, desciende, y mucho, el número de declaraciones que marca la casilla. 234.768 personas dejaron de marcar la X de la Iglesia, y más de 600.000 han dejado de marcar la casilla de la Iglesia y la de Otros Fines. Curiosamente, en el mismo porcentaje de descenso, un 1,39%.
Las estimaciones de los obispos son peores, pues el año pasado aseguraban que alrededor de 9,1 millones de personas (sumando las declaraciones conjuntas) optaban por la Iglesia. Este año, apenas 8,5 millones.
¿Por qué sube el importe, aunque baja el número de contribuyentes? La conclusión es igual de tozuda que los datos: los más ricos aportan más, y los más pobres dejan de marcar la casilla. Así, entre las rentas situadas a partir de 30.000 euros brutos anuales (personas que cobran más de 2.200 euros netos al mes), ha habido 23.762 declaraciones más. Lo que quiere decir que, entre los que cobran menos, el descenso llega a las 250.000 personas. Un cuarto de millón de españoles (en su mayor parte, mileuristas), han dejado de marcar la X.
¿Por qué? Barriocanal no tiene la respuesta. “Es necesario seguir explicando las cosas a los españoles”, apuntó el gerente de la CEE, quien lamentó que “es cierto que cuando se producen las dos casillas, acontece que hay nuevos contribuyentes, otros que al incorporarse al sistema y el sistema no anima a colaborar”.
Las posturas de los obispos ante Cataluña, determinadas declaraciones en 13TV o Cope.... ¿pueden ser razones para este descenso? Barriocanal no tiene la respuesta. “Estamos analizándolo. Hay componentes técnicos, pero somos conscientes de que la Iglesia tiene que renovar, permanentemente, su mensaje, y contar lo que hace. Tenemos que trabajar para enterarnos de qué estamos haciendo mal y qué estamos haciendo bien”, recalcó.
“El ejercicio de marcar o no la casilla es individual, democrático y todo el mundo tiene derecho a marcar su opinión: nuestra obligación es saber bien qué está haciendo la Iglesia”, destacó. Pero, de nuevo, los hechos hablan por sí solos: en Cataluña, este año, sólo un 20% marcaron la casilla de la Iglesia.