El problema de la educación española es que los docentes tienen altos salarios y, como ese gasto se lleva la mayor parte del presupuesto, hay poco margen para mejorar el sistema con infrestructuras, materiales e iniciativas. Esa es la conclusión que comparten la secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio, y el responsable del estudio de la OCDE Panorama de la Educación que este martes se ha presentado en Madrid.
“El gasto se calcula por el sueldo docente, el número de años de escolarización, la ratio de alumnos por aula –ha detallado Gomendio–. En salarios y años estamos por encima de la media, y por debajo en la relación de estudiantes por docente. Y no estamos consiguiendo mejorar el rendimiento educativo”.
“Sé que es un tema muy sensible desde el punto de vista político. Y nos encargamos de calcular los salarios de forma muy seria, en comparación con otras profesiones –comenzó Van Damme–. El salario relativo de los profesores es más alto que otros trabajadores con niveles de estudios semejantes, y están entre los más altos de la OCDE. Pero hay un crecimiento muy modesto con el correr del tiempo”. Ello supone, para este especialista, “pocos incentivos para seguir dentro de la profesión” y escasas posibilidades de premiar “ser un buen profesor”. “En otros países hay más diversificación de la carrera profesional”.
Como “un gran porcentaje del gasto total se va en los profesores, queda poco dinero para todos los demás aspectos. El hecho de que España tenga tanto gasto en sueldos puede poner en peligro las iniciativas para mejorar otros aspectos”, ha asegurado Van Damme.
Ante las preguntas de los periodistas que inquirían acerca de un posible cambio de política en cuestiones salariales, Gomendio quiso rebajar el tono del análisis: “El problema no es que los sueldos sean elevados sino que es una carrera muy plana, en la que hay poca diferencia entre los ingresos mínimos y máximos”.
La educación “no protege” del paro
Van Damme ha destacado que a pesar de que España tiene un porcentaje de titulados (FP de Grado Superior, Diplomatura, Licenciatura, Grado, Máster o Doctorado) acorde con la OCDE –un 32% frente al 33% de media–, esa población, el nivel de ingresos de la población según su nivel educativo, y el incremento salarial a lo largo de los años es inferior al de la OCDE.
Es más, y esta es una de las conclusiones más preocupantes del estudio, el nivel educativo de los españoles no les protege del desempleo o la precariedad. El paro entre los titulados superiores españoles triplica el de la OCDE: un 14% frente al 5% de la media.
¿A qué se debe esta diferencia? Según Gomendio, a que en España se estudia, pero mal. “Lo que afecta a la empleabilidad es el desajuste cada vez mayor entre nivel educativo y el nivel de competencias”, ha asegurado. Y se ha remitido a los resultados del estudio PIAAC –que analiza las habilidades de los adultos de 16 a 64 años– en el que España se encuentra por debajo de los demás países europeos. “A medida que aumentamos los niveles educativos, no conseguimos incrementar en la misma medida los conocimientos respecto al resto de países”, ha justificado la secretaria de Estado. Sin embargo, muchos analistas indican que España partía desde un nivel mucho menor que el resto de países de la UE y que PIAAC muestra una evolución importante.
“Desde 2000 y hasta 2014 se ha hecho un esfuerzo muy grande en inversión”, ha explicado Gomendio, aunque según el análisis de la OCDE no se ha conseguido una mejora de la calidad educativa. Por eso ha abogado por cambiar la forma de evaluar el sistema educativo: “Hay que dejar de medir la calidad solo por inversión sino también por el rendimiento de los alumnos”.