El director de la oficina de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para España, Joaquín Nieto, ha alertado del riesgo de que el elevado desempleo juvenil de España se convierta en un problema estructural en un momento en que la crisis económica golpea especialmente a los más jóvenes.
Ante esta situación, Nieto ha recomendado que la comisión parlamentaria para la reconstrucción económica y social del país contemple un plan especial de garantía juvenil para que a los jóvenes sin trabajo y sin estudios se les ofrezca un empleo o una propuesta formativa.
“España no se puede permitir que un elevado desempleo juvenil se instale de manera estructural, porque representaría un fracaso con desastrosas consecuencias de larga duración para toda una generación”, ha afirmado Nieto en declaraciones remitidas a los medios de comunicación.
Ha sido con motivo de la presentación este miércoles en Ginebra (Suiza) de un informe, que revela que uno de cada seis jóvenes en el mundo ha perdido su empleo a consecuencia de la epidemia de COVID-19.
El estudio muestra que la juventud, que aún sufría las consecuencias de la crisis financiera de 2008, ha sido uno de los grupos de edad más afectados por los confinamientos y otras medidas de freno al COVID-19, lo que puede tener adversos efectos a largo plazo.