Los opositores a profesor de Secundaria afectados por la convocatoria de los suspensos masivos han llevado este jueves su lucha a las puertas de la Asamblea de Madrid. Unas 150 personas han acudido esta mañana a la sede del Gobierno regional, responsable de la convocatoria, a exigir transparencia con los criterios de evaluación y que se les permita ver sus exámenes suspendidos, entre otras reivindicaciones.
“Esto es un fraude”, gritaban los aspirantes, indignados. “¡Queremos conocer los criterios de evaluación empleados para corregir los exámenes!”. “Cada persona que ves aquí tiene una historia de drama personal detrás”, explicaba Alicia. En su caso, “un año intenso, con toda mi vida aparcada, incluyendo a mi hijo”, ilustra. Y todo para sacar un 0. “Aspiraba quizá no a una plaza, pero al menos sí a un buen lugar en la lista de interinos. Esto es una humillación. Un año estudiando para un cero”, insiste.
Como avanzaba Alicia, casos similares se repiten entre el resto de asistentes. Vidas aparcadas para estudiar y realizar un buen examen en las oposiciones más jugosas en muchos años, con más plazas convocadas de las habituales por el acuerdo alcanzado entre Gobierno y sindicatos para la estabilización del empleo público (instigado por el toque de atención que Bruselas dio a España por el alto porcentaje de interinos en el Estado). Uno, dos o tres años de esfuerzo para nada, lamentan los opositores, de ilusión por un proceso que ha acabado con sus esperanzas por los suelos.
Los aspirantes a una plaza de funcionario en el cuerpo de profesores de Secundaria llevan una semana de reivindicaciones desde que a, a finales de la pasada, se hicieran públicas las notas de la oposición que se realizó a finales de junio. La publicación de las notas reveló una catarata de suspensos y muchas notas de unos y ceros a profesores que en algunos casos tienen décadas de experiencia docente en sus especialidades. La manifestación de hoy es por el caso madrileño, pero situaciones similares se han vivido en Murcia, Andalucía, Castilla-La Mancha y otras comunidades.
Frente a la Asamblea, los candidatos intentan organizarse. A imagen y semejanza de sus compañeros murcianos, la primera región donde saltó la polémica por las mismas razones, quieren realizar una campaña conjunta para reivindicar todos a una, elevar recursos de alzada, colapsar los servicios de la Consejería de Educación para hacer ruido.
Los aspirantes están indignados en primer lugar por la “escabechina” que ha habido en el proceso. Sostienen que en algunas especialidades ni siquiera se van a ocupar todas las plazas convocadas porque el número de personas que aprobó la primera fase (el resto quedaron fuera) es directamente inferior al de plazas disponibles.
La primera de sus reivindicaciones es que los criterios de evaluación utilizados para corregir sus exámenes dejen de ser secretos. Para esta convocatoria, la Comunidad redactó unos criterios muy básicos y genéricos, “insuficientes”, según los aspirantes, para saber qué valorará un tribunal y qué no, dónde está el diez y dónde el cero.
“Los criterios son secretos. No enseñan tampoco los exámenes después tras reclamar”, cuenta Javier, aspirante a un plaza en la especialidad de Biología. Un secretismo difícil de entender para un colectivo obligado a enseñar los exámenes a sus alumnos si reclaman y tener unas rúbricas bien definidas. “A nosotros [los profesores], si no tenemos todo eso por escrito la Inspección educativa nos mete un puro”, asegura. Pero los tribunales de oposición son soberanos y no tienen obligación de enseñar, de motivar sus calificaciones.
Convocatoria de manifestación
La mañana avanza frente a la Asamblea y los aspirantes a funcionarios han organizado su propia asamblea. Quieren redactar un modelo de recurso de alzada para presentar todos el mismo. “Esto es un problema de los que lo hemos sufrido, pero los principales afectados son los alumnos de un sistema público de educación al que se le escurre la calidad”, grita Javier. Recibe una ovación. “Los compañeros de Murcia se van a manifestar el lunes, ¿queréis que lo hagamos también a la vez?” “¡Sí!”, responde la masa, todos a una. Habemus manifestiación el lunes, aprobación de las autoridades mediante.
Para cuando se organizan los profesores, los diputados de Podemos que han salido de la Asamblea para mostrar su apoyo a los manifestantes ya se han retirado. Iban a acudir a la última comparecencia del año del consejero de Educación, Rafael Van Griecken. No está en el orden del día, pero la diputada Beatriz Galiana sacará el tema, promete. ¿Pueden hacer realmente algo por los opositores? La diputada asume las reivindicaciones de los opositores, pero de su respuesta evasiva se desprende que no mucho.
¿Tienen esperanzas los manifestantes de que algo cambie? “Para nosotros no mucha”, responde un profesor. “Pero si sirve para cambiar algo para la próxima vez, bienvenido será. Queremos criterios más objetivos, quizá un examen tipo test”. “Al menos siempre nos quedará hacer ruido”, comenta otra, resignada. El lunes, el siguiente asalto.
El consejero de Educación e Investigación, Rafael van Grieken, ha asegurado este jueves que “no hay falta de transparencia” en las oposiciones a docente de Secundaria porque los criterios de evaluación y las normas de puntuación “están publicados” y los exámenes eran autocopiativos. “Las oposiciones se han desarrollado con total normalidad”, ha afirmado el consejero, quien ha respondido a las acusaciones de “opacidad” destacando que los criterios de evaluación y las normas de puntuación “están publicados” y que los exámenes eran autocopiativos, de manera que cada opositor cuenta con una copia.