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El 8M cuidan ellos: así se organizan las guarderías colectivas en los barrios para la huelga feminista

El 8M las mujeres paran y no solo lo hacen no acudiendo a trabajar. La huelga feminista tiene varios ejes y uno de ellos es el del cuidado, con el que se llama a las mujeres a dejar de lado las tareas domésticas de las que habitualmente se suelen encargar. El objetivo es visibilizar que “si las mujeres paran, se para el mundo” y que las horas que dedican a cuidar, limpiar, cocinar o hacer la compra son superiores a las que dedican ellos.  En medio de este escenario de desequilibrio, ¿quién cuida si ellas van a la huelga?

En los barrios de varias ciudades se están organizando espacios de cuidado gestionados por hombres. Que ellos se encarguen de atender a los niños y niñas, a las personas dependientes o enfermas y de las tareas domésticas es una de las maneras de apoyar la huelga del 8M, les pide el movimiento feminista. El objetivo de estas guarderías colectivas es doble: por un lado, hacer de sostén para que ellas puedan secundar la movilización; por otro, reivindicar que los hombres también deben cuidar. Se dividirán por turnos y así se han organizado dependiendo de los horarios de trabajo de cada uno. Otros están desempleados o son autónomos.

En el distrito madrileño de Moratalaz, la idea surgió hace unas semanas del Espacio Sociocultural La Salamandra. Cuatro hombres que participan en él comenzaron a informarse sobre su papel el 8M y comenzaron a organizarse. Ahora ya son un grupo que quiere “convertir en feministas espacios considerados femeninos, aquellos que tradicionalmente han sido cubiertos por mujeres deben ser espacios de corresponsabilidad”, dice Carlos, uno de los promotores de la iniciativa.

La Salamandra ya ha comenzado a difundir por el barrio la iniciativa, que denominan “Ludoteca en apoyo a la huelga de cuidados” y que cubrirá un horario de 9.00 a 21.00 horas. Servirán almuerzo, comida y merienda y dedicarán el día “a diversas actividades que van desde talleres infantiles igualitarios a cuentos coeducativos, con perspectiva de género, o fútbol y otros juegos mixtos”, explica Carlos, que señala que el Ayuntamiento de Madrid apoya la iniciativa a través de la Junta de Distrito de Moratalaz, que pone a disposición del espacio algunos profesionales.

Huelga laboral para cuidar

La Asamblea Feminista Unitaria de Sevilla ha puesto en marcha un mapa de cuidados colaborativo para que cualquier hombre pueda ofrecer su trabajo el día 8. De momento, más de veinte puntos están repartidos por la ciudad y alrededores. “Adrián se ofrece a cuidar entre las 9 y las 12:30 a personas dependientes”, es uno de ellos. Otros hombres se juntan en espacios para ofrecer cuidados a niños.

Jose es uno de esos hombres que ofrecerá sus cuidados para la huelga. “Desde que empiece hasta que acabe el día puedo cuidar a niños, mayores o dependientes, lo que haga falta”, señala. El único rato que no podrá hacerlo será cuando dé de comer a sus dos hijos: “Son ya mayores así que estaré con ellos a las horas de las comidas y el resto del día puedo cuidar a otra gente”. José también ofrece transporte en su coche para quien lo necesite.

Para poder sumarse a este trabajo de cuidados de 24 horas este trabajador de la administración hará huelga laboral. “Nadie en mi trabajo la va a hacer y veo importante que alguien la haga y que visibilicemos los cuidados. Para mí, esta es la forma de cubrir a las mujeres para que el día 8 puedan parar y hacer una huelga, pero no quiero protagonismo ninguno”, señala.

Una experiencia piloto

Miriam es integrante de la Asamblea de Mujeres de Vicálvaro (Madrid), de dónde también ha surgido una iniciativa similar, que en principio estaba destinada a hacer de soporte a las mujeres de la asamblea, pero que ha acabado haciéndose extensiva al barrio. “Cuando debatíamos sobre la huelga, la de cuidados nos parecía la más complicada de afrontar, así que se nos ocurrió lo del espacio. El primer grupo motor es un círculo de hombres de confianza formado por parejas y amigos. Se trata de un espacio solidario y autogestionado”, explica. 

El grupo ya está ultimando detalles y acondicionando el espacio a esta experiencia piloto con colchonetas, alfombras y material. Cuentan con un pequeño botiquín, pañales, juegos y productos de limpieza. Cada niño o niña podrá ser entregado y recogido solo por una persona previa muestra del DNI y cada menor llevará colgada una tarjeta identificativa con el nombre, el teléfono de contacto del adulto de referencia, alergias y otra información relevante. Los colegios y escuelas de la zona ya están llenas de carteles anunciando el espacio, que se trata de un local cedido por el Ayuntamiento.

“Queremos que se note y se visibilice lo que tradicionalmente no se ve. Los cuidados son un trabajo no reconocido, no remunerado y del que los hombres hacemos dejación con muchísima facilidad”, dice Mario, que forma parte del grupo de cuidados de Vicálvaro. “Es algo puntual pero pretendemos que dé pie a una reflexión colectiva, que los hombres pensemos en ello”.

En el centro social La Ingobernable, en el centro de Madrid, unos 24 hombres gestionarán un punto de cuidados para el día de la huelga. Lo harán desde primera hora de la mañana hasta la noche y cuidarán a niños de 4 a 12 años y a mayores. “Darán desayunos a las huelguistas a primera hora y luego llevarán comida al picnic central que se celebrará en Madrid.”, dice Concha Arroyo, una portavoz del centro. En este caso, los hombres han decidido no ejercer como portavoces para no acaparar protagonistmo.

La ingobernable, dice Arroyo, es un centro estratégico (está situado en el centro de Madrid) y está adaptado para ofrecer esos cuidados con espacios “para peques” y zonas accesibles. Habrá, además, zonas de almacenaje disponibles para las mujeres que necesiten dejar cosas mientras participan en actividades durante ese día. “El 8 el centro estará cerrado como centro social en sí, pero gracias al trabajo hecho en los últimos meses se va a convertir en un espacio de cuidados operativo todo el día”, dice.

La lista sigue: la Asamblea Popular de Carabanchel también ha organizado un espacio de cuidados gestionados por hombres y el Espacio Vecinal de Arganzuela (EVA) contará con el suyo. “Somos unos 15 o 20 hombres. En la EVA ya contamos con salas acondicionadas porque es un espacio de por sí pensado para familias con pequeños y también para personas con dependencia”, cuenta Jacinto. Gonzalo también estará el 8M cuidando en este espacio: “Estos grupos quieren facilitar que ellas hagan huelga y también se conciben como crítica a que los cuidados sean sostenidos por las mujeres”.