El ministro de Educación ha iniciado su comparecencia este martes en la Comisión de Educación del Congreso de los diputados lamentando el fracaso de las negociaciones en el Pacto de Estado de Educación y sin asumir ningún tipo de responsabilidad por el resultado fallido de esas conversaciones. “No es un cometido del Gobierno, sino de todos los grupos políticos”. Así se ha desprendido de las críticas por su papel y el del Ejecutivo en estas negociaciones, reseñando que ha hecho “todo lo posible para llevarlo a cabo”.
A pesar de que PSOE y Unidos Podemos abandonaron estas negociaciones porque al empezar las reuniones el Partido Popular no se comprometió a recuperar la financiación del 5% del PIB, Méndez de Vigo ha asegurado que esto “ha sido una excusa [de los socialistas] para dar la espantada del pacto” y que tenía sentido llegar a ese acuerdo al final.
Sobre esta postura, desde Esquerra Republicana, Joan Olòriz ha incidido en la necesidad de cerrar un compromiso previo de financiación como “un principio de confianza”. “Cuando nos dice que la financiación tenía que estar al final, a nadie se le escapa que las leyes de Educación han carecido de inversión”, ha reseñado.
A pesar del resultado final, Méndez de Vigo ha incidido en que tiene esperanzas en que esas negociaciones se vuelvan a retomar para dar un “buen servicio a nuestro país”. Además, ha vuelto a insistir en la argumentación defendida por su grupo político centrada en desvincular el PIB de la financiación. El ministro ha asegurado que tanto en 2006 como en 2015 la inversión en enseñanza representaba el 4% del PIB, sin embargo entre esos años había una diferencia de “3.000 millones de euros”. “Fijarlo al PIB no refleja la realidad. Si el PIB disminuye, habría que disminuir el gasto de educación”, ha apuntado.
Críticas por el 3,8% de financiación
“Lo único tangible son los presupuestos de 2018, que destinarán el 3,8% PIB a Educación. Se utiliza ese medidor al enviarlo a Bruselas y se aleja del 5,3% de los países europeos”, ha incidido la socialista María Luz Martínez Seijo. Las peticiones de financiación han provocado un enfrentamiento entre Unidos Podemos y Méndez de Vigo. El ministro ha asegurado que los miembros de la confluencia liderada por Pablo Iglesias “creen que el dinero crece de los árboles” y que “solo piensan en dinero”. “Solo en la pasta”, ha respondido, “parece mentira que ustedes sean de izquierda”.
El ministro ha recordado que en el nuevo Real Decreto de becas, que se tendrá que aprobar antes de que comience el próximo curso, contemplará varias novedades: reducir a un 5 la nota de corte para tener una beca que cubra la matrícula en el primer curso universitario y crear una cantidad fija de hasta 200 euros para los alumnos y alumnas becados que tengan una nota media de 8,00 o superior.
Sobre estas ayudas, Méndez de Vigo ha alabado el modelo que creó su predecesor José Ignacio Wert. “Tenemos un sistema de becas sostenible, como no sucedía con el anterior”, ha apuntado. Obviando algunas de sus consecuencias, entre ellas, que en el curso 2013-2014, los becarios de las enseñanzas universitarias percibieron, de media, 1.869 euros, un 27% menos que dos años antes.
La responsable de asuntos educativos de Ciudadanos Marta Martín ha incidido en que este modelo de becas impide a los estudiantes realizar una “programación presupuestaria” al comenzar el curso. Además, se ha mostrado “contenta” de que se premie el esfuerzo de los alumnos, “con independencia de su nivel de renta” pero también ha reseñado la necesidad de que exista una “nivel de becas que promueva la equidad”.
“Las cuantías son bajas y condicionan la decisión de continuar estudios. Un alumno del nivel más bajo de renta obtiene 204 euros por mes”, ha reivindicado sobre este punto la socialista Martínez Seijo. Incidiendo así en la incapacidad de abordar el alojamiento y la manutención diaria con ese dinero de bolsillo. Para combatir esta situación aboga por “una política de becas más justa que no deje a nadie fuera del sistema educativo”.
El ministro niega que exista segregación
A petición de Unidos Podemos, el ministro se ha posicionado sobre informes como el elaborado por Save the Children que situó a España en la sexta posición en el ránking de los países europeos con mayor segregación. Ante esta cuestión, el portavoz del Gobierno ha asegurado que “nuestro sistema no segrega, el régimen de segregación es el del Apartheid de Sudáfrica” y ha descalificado los resultado de esta ONG respondiendo que hay otras que “se estudian el tema mejor”.
Joan Mena, uno de los portavoz de esta confluencia, ha incidido en los efectos que tiene la LOMCE tanto en la segregación por sexos, amparando la financiación pública de colegios de educación diferenciada, como en el peso de la Religión en la nota media. Pero ha incidido en la segregación social que ha desmentido el ministro. “¿Cómo vamos a combatir la segregación educativa si el ministro lo niega?”. Además, ha asegurado que las decisión del Gobierno de Mariano Rajoy “atentan contra la política social”.
La diputada socialista ha reconocido la necesidad de combatir estos desajustes. “En escuelas con alta concentración de niños pobres los resultados son peores que en aquellas con una composición más diversa. La pobreza triplica el riesgo de que un alumno saque peores notas”, ha señalado.
La incapacidad de los grupos de la oposición para derogar la LOMCE ha estado presente en algunas de las intervenciones, pero ninguno se ha atrevido a abordar esta falta de acuerdo de forma directa. El ministro ha aprovechado esta situación para reivindicar su normativa. “No creo que existe en la comunidad educativa la necesidad de derogar la Lomce”, ha concluido. Apuntando el “fracaso de movilización” promovida este mes por colectivos sociales.