El Papa de la ecología integral lo volvió a hacer. Tras la publicación en 2015 de 'Laudato si', esa encíclica social en la que sentó las bases de la “ecología integral” y que es citada (mucho) y leída (menos) por los políticos de todo el mundo, Francisco volvió a mostrar su conciencia de la crisis ambiental de la humanidad y su constante apertura a gestos cada vez más concretos para salvar la Tierra.
En un mensaje a jóvenes europeos, fue claro y directo: “sería conveniente consumir menos carne” para ayudar al ambiente, les dijo, en una nueva vuelta de tuerca a pedidos ya considerados de base en el Papa, como el de reducir también el uso de combustibles fósiles.
“Es urgente reducir el consumo no sólo de combustibles fósiles, sino también de muchas cosas superfluas; e igualmente, en ciertas zonas del mundo, sería conveniente consumir menos carne, esto también puede ayudar a salvar el medio ambiente”, planteó el pontífice en un mensaje enviado a una conferencia de jóvenes de la Unión Europea que inició hoy en Praga y se extenderá hasta el miércoles.
En 2015, el Papa publicó la encíclica Laudato si', en la que plantea el concepto de “ecología integral” y considerada uno de los escritos más importantes sobre el tema de los últimos años. La conferencia sobre el clima de París, ese año, tuvo a la encíclica como uno de los grandes impulsos para poder llegar a acuerdos que, más allá del incumplimiento posterior, resultarno también históricos.
En su mensaje, el pontífice destacó a los jóvenes que “mientras las generaciones anteriores hablaban mucho y concluían poco, ustedes, en cambio, son capaces de tomar iniciativas concretas”.
“Por eso digo que este momento puede ser el adecuado. Si no consiguen darle la vuelta a esta tendencia autodestructiva, será difícil que otros lo hagan en el futuro”, los convocó.
Habitar el mundo “con dignidad”
“No se dejen seducir por las sirenas que proponen una vida de lujo reservada a una pequeña porción del mundo, ojalá que tengan ojos grandes para ver al resto de la humanidad en su conjunto, que no se reduce a la pequeña Europa; que aspiren a una vida digna y sobria, sin lujos ni derroches, para que todos puedan habitar el mundo con dignidad”, pidió Francisco.
La semana pasada, de hecho, monseñor Gabriele Giordano Caccia, Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU, entregó al Secretario General de las Naciones Unidas el documento por el que la Santa Sede, en nombre y representación del Estado de la Ciudad del Vaticano, se adhiere a la Convención Marco de la ONU sobre el cambio climático.
El Papa también llamó a los jóvenes europeos a “no dejarse arrastrar por ideologías miopes que quieren mostraros al otro, al que es diferente, como un enemigo”.