El centro cultural y social Patio Maravillas, situado en la calle Pez 21, en el distrito madrileño de Malasaña, ha lanzado una alerta a la ciudadanía y al Ayuntamiento de Madrid. La empresa propietaria del inmueble, Nivel 29, ha presentado una denuncia contra los ocupantes del espacio, que abre un proceso para desalojar el edificio y que los colectivos presentes en el centro intentarán parar con el apoyo de la sociedad. “El Patio no se desaloja, el Patio vive”, responde rotunda una de sus participantes, Elena.
El espacio cultural funciona en este inmueble desde hace cuatro años y medio, pero sus actividades –que incluyen desde “clases de salsa, cine forum, o las reuniones de colectivos como Juventud Sin Futuro y Oficina Precaria”, recuerda Elena– se remontan siete años atrás. Su función social y cultural es la razón por la que los defensores del patio piden un espacio alternativo al Ayuntamiento de Madrid. “La legitimidad nos la dan todas las personas que llevan años participando en las distintas actividades que ha organizado el Patio”, continúa la participante.
Uno de los argumentos de la denuncia incide en un supuesto mal estado del edificio. “Dicen que está en ruinas y eso no es cierto. No es más que una excusa para echarnos”, critica Elena. En su opinión, una prueba de ello es que en uno de los incendios que sufrió el centro, los bomberos les dejaron volver al interior. “Creo que si hubiese estado en ruinas o hubiese sido peligroso no lo habrían permitido”, continúa.
El colectivo lanza la campaña #AlertaPatio, que ya es trending topic, para que “la ciudadanía esté atenta” y apoyen la pervivencia del espacio. “Llevamos pidiendo al Ayuntamiento de Madrid una reunión para hablar de alternativas desde mayo y vamos a seguir intentándolo”, apunta Elena. Los distintos colectivos intentar evitar que se repita la imagen del pasado 20 de agosto, cuando se derribó el centro social La Traba del distrito de Arganzuela, uno de los de mayor tamaño y más historia de Madrid.
De momento, el Patio va a reforzar sus actividades en los próximos días y el próximo 25 de octubre hay convocada una concentración en el centro social “para defenderlo y demostrar que la única ruina es la de quien expropia nuestros derechos”, recoge un comunicado.