La facultativa Isabel Bellostas Escudero ha sido inhabilitada durante 364 días por el Colegio de Médicos de Madrid. La acusan de una falta grave por “divulgar tesis no avaladas y contrarias a la evidencia sobre el origen y las causas del trastorno del espectro autista (TEA)” y por “difundir tratamientos e intervenciones carentes de total evidencia y con importantes riesgos para la salud de las personas”. Así lo ha informado El País.
La suspensión de la doctora se ha producido tras la denuncia de la Confederación Autismo España. Se trata de la primera sanción de este tipo relacionada con las vacunas y el autismo. La Confederación entregó al Colegio de Médicos de Madrid una serie de escritos de Bellostas sobre el autismo, en los que se pueden encontrar frases como que “un niño con autismo es un enfermo digestivo, con un 100% de afectación de su intestino delgado”.
Bellostas se presenta como pediatra y figura como tal en los listados de doctores de algunos centros privados de la Comunidad de Madrid, pero El País no ha podido confirmar que haya cursado la especialidad.
Según ha explicado la portavoz de la asociación, su objetivo primordial era “proteger a las familias de mensajes y prácticas contrarias a la evidencia científica” y aunque han hecho público el caso, no querían que el nombre de la médica trascendiera.
El expediente sancionador recoge que la doctora ha vulnerado el Código de Deontología Médica, ya que ha incumplido la obligación de prestar a los pacientes “una atención médica de calidad humana y científica”, además de la “libertad de prescripción, respetando la evidencia científica y las indicaciones autorizadas”. Su actuación también va en contra del deber “ofrecer consejos leales y competentes al paciente”, incluyendo “la promoción de actividades preventivas de valor probado”, además del precepto que establece que la “publicidad médica ha de ser objetiva, prudente y veraz, de modo que no levante falsas esperanzas o propague conceptos infundados”.
Autismo España ha manifestado en un comunicado que informaciones como las que difundía Bellostas pueden “favorecer el retraso o abandono de tratamientos realmente eficaces, suponer un riesgo para la salud, generar falsas expectativas con un elevado coste emocional, así como implicar un importante coste económico”.