La economía circular todavía le queda lejos a España. El país ha incumplido los objetivos de reciclaje marcados por la Ley de Residuos. En 2020 se recicló el 40,5% de los desechos municipales cuando el nivel para ese año debería haber llegado al 50%, según la última Memoria Anual del Ministerio de Transición Ecológica.
La normativa española adaptó en 2011 los objetivos marcados por la Unión Europea: para 2020, debería reciclarse la mitad de los desechos domésticos –los que gestionan los municipios–. Sin embargo, los datos publicados a finales del año pasado indican que, de los casi 22 millones de toneladas generados, se reciclaron 4,5 millones y se hizo compost con otros 4,4 millones. En total un 40,5%. El resto o bien se tiró en un vertedero (10,8 millones de toneladas) o se quemó (2,2 millones).
Esos datos incumplen la normativa. Por eso un grupo de 26 organizaciones ha presentado una denuncia ante la Comisión Europea para que abra un expediente sancionador a España. “Pedimos amparo a Europa para no ahogarnos en basura”, han resumido.
“No son solo estadísticas, son vertederos colmatados, entornos naturales contaminados y la salud en riesgo”, detalla el director de la organización Retorna, Miguel Roset.
Muchos de estos grupos hicieron llegar una demanda similar hace casi dos años, pero Bruselas contestó que había que aguardar los datos oficiales. Esos datos del curso 2020 han sido publicados recientemente y han corroborado lo que se anticipaba: España incumple.
Es una llamada de socorro. Ningún ecosistema de la Tierra está ya libre de la basura de plástico
Eva Saldaña, directora de Greenpeace, una de la organizaciones denunciantes, ha recordado que “ningún ecosistema de la Tierra está ya libre de la basura de plástico”. Incluso la Antártida acumula ya estos desechos. Saldaña insiste en que la denuncia “es una llamada de socorro”.
Lo cierto es que muy pocas comunidades autónomas están cumpliendo con lo establecido en la ley hace una década. Solo La Rioja, Euskadi, Comunidad Valenciana y Catalunya superan ese umbral del 50%.
Relacionado con ese bajo porcentaje está el pobre nivel de separación de desechos, el paso previo para poder reciclar o valorizar. En 2020 el 79% de la basura se recogió mezclada. El resto, que sí se gestionó selectivamente, incluye el vidrio, los residuos biodegradables de la hostelería o los parques, los envases mezclados y los envases de vidrio, según la memoria.
A la vista de los datos, “la principal solución es la reducción. No generar más residuos”, ha reflexionado la coordinadora de Amigas de la Tierra, Blanca Ruibal. “Las soluciones son conocidas y ha habido oportunidades para aplicarlas y darle la vuelta al sistema de residuos”, insiste. Eso supone, puntualiza, “acabar con el vertido sin tratamiento, implantar la recogida separada de materia orgánica de manera efectiva, alargar la vida de los aparatos y reparar”.
La principal solución es la reducción. No generar más residuos, acabar con el vertido sin tratamiento, implantar la recogida separada de materia orgánica de manera efectiva, alargar la vida de los aparatos
En este sentido, Saldaña recuerda la resistencia de las industrias a que se aplicase el impuesto a los plásticos de un solo uso que entró en vigor el uno de enero y para el que pidieron un moratoria. “Supone aproximadamente un céntimo de euro en el precio de embotellados con PET, no creo que eso vaya a disuadir mucho el consumo”.
Y el panorama no se hace más sencillo en los próximos años porque los objetivos establecidos para los países de la Unión Europea se van endureciendo. Solo para los mismos residuos municipales, en 2025 se tendrá que llegar al 55%, un 60% en 2030 y un 65% en 2035. De hecho, el dato avanzado que ofrece Eurostat sitúa el reciclaje en España durante 2021 en el 36,7% (a falta de los porcentaje definitivos). Sería un descenso respecto a 2020.
“No vamos a poder cumplir”, vaticina Carlos Arribas, de Ecologistas en Acción. Arribas considera que los deberes más acuciantes están “en la fracción de materia orgánica que supone un 40% de la bolsa de la basura en las casas” aunque “la parte de los envases no para de crecer”.