El todavía director de El Mundo, Pedro J. Ramírez, ha acusado al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de propiciar su despido. Según ha contado Ramírez en su discurso de despedida ante la redacción del periódico, el jefe del Ejecutivo ha convertido al diario y a él mismo “en sus adversarios; tal vez enemigos”.
Ramírez ha relatado a sus subordinados que la búsqueda de su cabeza por parte de Rajoy comenzó con la publicación de los papeles de Bárcenas, y que se escenificó en la comparecencia parlamentaria del presidente del Gobierno: “En la encrucijada, transformó su conflicto con la opinión pública, eventualmente con la justicia, y con la oposición parlamentaria, en un conflicto con el diario El Mundo”.
“Este es el hito clave”, asegura Pedro J. ante sus redactores, para continuar con el recuerdo a las palabras que Rajoy tomó de Rubalcaba para cargar contra su diario: “El Mundo manipula y tergiversa las palabras de un delincuente hasta transformarlas en una calumnia”. Con esta declaración, según Ramírez, Rajoy estaba “colocando el foco en una dirección determinada y en una persona”, en referencia a él mismo. “Hasta la secretaria general del PP ha dicho 'yo no leo El Mundo'”, ha recordado.
Lo que acabó por confirmar que el jefe del Ejecutivo no estaba en sintonía con él, según Ramírez, fue su “ominoso boicot al acto de homenaje a los que significaron nuestros compañeros que dieron la vida por el derecho a la información”, en referencia a los Premios Periodísticos de El Mundo, tras la ausencia del propio Rajoy y de todos los ministros, algo que ha calificado de “vileza política”.
“Este acto fue utilizado como señal, como elemento detonante de la marginación y de la conversión de El Mundo y su director en un enemigo”, ha asegurado el todavía director del periódico.
El aviso de un posible regreso
Su salida de El Mundo no está reñida con que en el futuro pueda montar un nuevo medio. Pero lo que definitivamente le empujaría a hacerlo sería un hipotético giro en la línea editorial del periódico que fundó, según ha revelado.
“Si se produjera una fusión que desvirtuara la condición del periódico... Yo tengo 61 años. Indro Montanelli fundo Il Giornale a los 65; pero es que luego fundó otro a los 83”, ha advertido.
Polémica con la Casa Real
Sobre las presiones que ha recibido por parte de la Casa del rey por las informaciones sobre la infanta Cristina, el caso Nóos o el viaje del rey a Botsuana, ha revelado que ha tenido “a la Casa Real por aquí, la Casa Real por allí. Como si el que se hubiese casado con Urdangarin hubiera sido yo; o como si la cadera rota en Botsuana hubiera sido la mía”.
Los tres lamentos
Ramírez ha lamentado marcharse de la dirección por tres razones: no haber resuelto el secuestro del periodista Javier Espinosa; no poder llevar el estandarte el 23 de octubre de este año, cuando se cumplan 25 años de la fundación del periódico; y no haber podido cosechar los frutos del llamado “cambio de piel” de El Mundo.
Su marcha y el sucesor
“No me han sugerido que me marchase, se me comunicó la decisión de destituirme”. Así ha confirmado Ramírez que detrás de su salida de la dirección del periódico está la empresa editora, Unidad Editorial, y ha insistido en que si por él hubiera sido “seguiría siendo director toda la vida; no estoy cansado”.
Sobre su sucesor, Casimiro García-Abadillo, ha sido categórico ante la decisión del Consejo de Administración: “Han acertado nombrando a Casimiro”, para después elogiarle durante varios minutos por su ayuda en el día a día del periódico.