Si algo caracteriza al período estival, son las noches de calor viendo las 'lágrimas de San Lorenzo'. Desde mediados de julio hasta finales de agosto cada noche son visibles las perseidas, una serie de las popularmente conocidas como “estrellas fugaces” que surgen de la entrada en la atmósfera de una nube de polvo y roca que deja el cometa Swift-Tuttle en su órbita alrededor del Sol. Sin embargo, desde Europa las mejores noches para disfrutar de su actividad serán las comprendidas entre el 11 y el 14 de agosto. Este año, su máximo se espera en la madrugada del domingo, según el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC).
La principal dificultad para poder disfrutar de este fenómeno astronómico suele ser la contaminación lumínica de las ciudades. Por ello, se recomienda alejarse de los núcleos urbanos y buscar un cielo lo más despejado posible, además de esperar con paciencia al momento en el que la constelación de Perseo se encuentra en el cénit (justo en la vertical del lugar en el que nos encontremos), entre la 1 y las 2:45 horas. El IAC aconseja, además, encontrar una posición cómoda y llevar algo de abrigo, para aguantar 15 minutos observando el mismo punto del cielo. Durante ese tiempo, si las condiciones son idóneas, deberíamos observar entre 20 y 25 meteoros.
Una alternativa más casera
La noche del 12 al 13 de agosto a partir de las 23:50 (hora peninsular), el canal sky-live.tv se desplazará hasta Extremadura para retransmitir desde Youtube el máximo de las perseidas desde el Centro Internacional de Innovación Deportiva del Medio Natural “El Anillo”. El canal contará también con imágenes en directo desde los Observatorios del Teide (Tenerife) y del Roque de los Muchachos (Garafía, La Palma).
Este evento se engloba dentro de las actividades de divulgación del proyecto Interreg Energy Efficiency Laboratories (EELabs) con el apoyo del IAC, la Junta de Extremadura a través del proyecto Extremadura Buenas Noches, el programa de Promoción de Astroturismo de SODEPAL y del Cabildo de La Palma, de los telescopios MAGIC y del Cherenkov Telescope Array Observatory (CTAO).
¿Estrellas fugaces?
Al contrario de lo que su nombre indica, la única relación que guardan las denominadas “estrellas fugaces” con las gigantescas bolas de gas en combustión que son las estrellas es el nombre. Cuando hablamos de “estrellas fugaces” en realidad nos referimos a pequeñísimas partículas de polvo, algunas menores que un grano de arena, que se desprenden de los cometas –o asteroides– a lo largo de sus órbitas alrededor del Sol.
La nube de partículas (llamadas meteoroides), resultado del deshielo que produce el calor solar, se dispersa por la órbita del cometa y es atravesada por la Tierra en su recorrido anual alrededor del Sol. Durante este encuentro, los granitos de polvo se desintegran al entrar a gran velocidad en la atmósfera terrestre, creando los trazos luminosos que reciben el nombre científico de meteoros.
Partículas del cometa Swift-Tuttle
En el caso de las Perseidas, el cuerpo celeste del que se han desprendido es el cometa Swift-Tuttle, que fue descubierto en 1862. El cometa tiene unos 26km de diámetro y es el mayor objeto que se acerca de forma periódica a la Tierra. Sin embargo, el nombre de “perseidas” lo reciben por la constelación de Perseo, ya que el punto del cielo en el que se encuentra esta constelación es desde donde parecen nacer (su radiante).