Un tribunal superior de Oporto (Portugal) ha justificado en una sentencia la violencia de género que una mujer sufrió porque “el adulterio de la mujer es un gravísimo atentado al honor y a la dignidad del hombre”. Así se expresa el tribunal en un fallo, recogido por el diario Jornal de Noticias, que respalda a los dos agresores llegando a afirmar que “existen sociedades en las que la mujer adúltera es blanco de lapidación hasta la muerte” o que “en la Biblia podemos leer que la mujer adúltera debe ser castigada con la muerte”.
La sentencia confirma la decisión del tribunal de Felgueiras, que sí condenó a dos hombres –el exmarido y el examante– a penas de prisión, pero luego suspendió esas penas por lo que los hombres quedaron en libertad.
Eso a pesar de que el primero agredió a la mujer y el segundo la secuestró y que la Fiscalía pedía aumentar las condenas el doble. De hecho, el primer fallo fue recurrido por el Ministerio Público a este tribunal de segunda instancia, que lo ratifica.
El caso se remonta a noviembre de 2014, cuando la mujer quiso cortar la relación que mantenía con su amante. Fue entonces cuando éste comenzó a acosarla por varias vías, mensajes telefónicos y en su centro de trabajo, y se quiso vengar contándole la historia al marido de la mujer. El matrimonio se separó, pero el excónyuge comenzó también a perseguirla y amenazarla, según relata el medio portugués.
En medio del acoso machista que la mujer sufrió durante varios meses, el examante ideó un plan para que el exmarido acabara agrediéndola. En junio de 2015 la secuestró y concertó un encuentro con él, que agredió a la mujer, tal como describe la defensa.
El Tribunal de Felgueiras juzgó el caso y condenó al exmarido a una pena de un año y tres meses de prisión, que suspendió, y una multa de 1.750 euros por posesión ilícita de armas. Al examante, a una pena de un año de cárcel, también suspendida, y una multa de 3.500 euros por injurias, secuestro y ofensas a la integridad física.
La Fiscalía recurrió la decisión argumentando que se había producido una valoración errónea de la prueba y de la medida de las penas, y pidió que fueran aumentadas al doble y que la prisión fuera efectiva. En vez de incrementarlas, el tribunal superior de Oporto ha dejado libres a los dos agresores.
La subdirectora del medio portugués que ha publicado la noticia, Inês Cardoso, ha escrito este lunes un artículo en el que critica la decisión judicial. “¿Se trata de un caso aislado en los tribunales portugueses?”, se pregunta. “Tal vez no, porque esporádicamente surgen sentencias con referencias discriminatorias y abusivas”. De hecho, Cardoso recuerda que un reciente fallo del Tribunal Europeo de Derechos Humanos “censuró 'los prejuicios' que prevalecen en el sistema judicial portugués, en un caso en que entendió que una mujer fue discriminada en una indemnización por pérdida de placer sexual”.