Ha sido por poco pero la Comisión de Sanidad del Congreso ha aprobado instar al Gobierno para que el dinero que los laboratorios pagan a los médicos para asistir a congresos no tribute a la Hacienda pública.
El Partido Popular ha apoyado la propuesta del grupo de Ciudadanos para conseguir una ajustada victoria de 18 votos contra 17. Así que el Congreso requiere al Ejecutivo para que estas transferencias de valor que las farmacéuticas hacen a los profesionales sanitarios bajo el epígrafe de “formación”, no se consideren retribuciones. En 2015 sumaron 119 millones de euros, según Farmaindustria.
La iniciativa de Ciudadanos se ha visto respaldada por el PP que, en palabras de su portavoz, María Eugenia Romero, asegura querer “evitar cualquier incertidumbre que afecte al sector [médico-farmacéutico]”.
Romero ha añadido que su grupo considera que mediante esas transferencias, ese dinero, “las empresas suministran los recursos necesarios para actividades formativas atendiendo a los beneficios formativos que generan estas actuaciones y ahorro de recursos y aportación de mejora del sistema sanitario”. Por eso, entiende que pueden entran en las exenciones fiscales previstas por la ley.
La diputada socialista, Miriam Conchel ha recordado que Hacienda ha dicho que sí deben tributar porque solo se libran los fondos para formación “abonados por el empleador en el marco de una relación laboral”. No es el caso. Y además ha vinculado la eventual falta de formación continuada de los sanitarios a “los recortes del PP en la sanidad en general y la investigación en particular”.
En ese sentido, la portavoz de Unidos Podemos-En Comú-En Marea, Amparo Botejara, ha solicitado que esa formación “debe ser dirigida e impartida por la sanidad púlica y para resolver los problemas que tiene la población”.