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“Nos preguntamos cuál será la primera fosa que un juez abra para que después vengan más”

“Mi hermano no podía pasar a la Historia como un bandolero, y aunque en estos 41 años hemos logrado muchos apoyos y avances hay que insistir en la justicia”. Merçona Puig Antich, una de las cuatro hermanas del entonces militante del Movimiento Ibérico de Liberación ajusticiado vía garrote vil el 2 de marzo de 1974, hablaba así al llegar a Bruselas este martes junto a una delegación unida por un cordón: ser víctimas o familiares de víctimas del franquismo.

Invitados por la eurodiputada de Izquierda Unida Marina Albiol a un acto que contó con la presencia de Ernest Urtasun (ICV), Josu Juaristi (EH Bildu), Izaskun Bilbao (PNV) o Ernest Maragall (EPDD), la delegación estaba compuesta por decenas representantes de las asociaciones de la Memoria Histórica (como la activista Paqui Mangas), de colectivos de represaliados durante la posguerra (como los de los sucesos de Vitoria de 1976) o de afectados por el escándalo de los bebés robados.

Todos ellos apoyan la querella interpuesta en Argentina por la jueza María Servini que investiga los crímenes de la Guerra Civil y el franquismo, y uno de cuyos abogados defensores, Carlos Slepoy, también ha pasado por el Parlamento Europeo y explicando el objetivo de la visita: “Que el Parlamento Europeo y a la Comisión exijan al Gobierno español que remueva cualquier obstáculo para investigar los crímenes del franquismo”.

La querella argentina ha contado con dos momentos estelares: la orden de detención de cuatro presuntos torturadores (en septiembre de 2013) e idéntica orden para 20 exaltos cargos de la dictadura, entre ellos Rodolfo Martín Villa.

Los familiares de víctimas, ensamblados bajo el parapeto de la asociación Ceaqua que defiende en toda España la validez de la querella de Servini, han recibido una cálida acogida por parte de la presidenta del Comité de Peticiones, Cecilia Wikström. “Esta es una petición muy importante que miraremos de forma profunda y la trataremos”, ha explicado Wikström. “No puedo prometer nada, pero sí una cosa: que la petición de las víctimas del franquismo estará a salvo en el Parlamento Europeo”.

El paraguas de Servini

“Estamos todos en España bajo el paraguas de la querella que se lanza en Argentina, porque a las víctimas directas se nos cerraron las puertas en España a raíz de la sentencia del Tribunal Supremo del 27 de febrero de 2012”. Merçona Puig Antich y Paqui Mangas han comentado a eldiario.es que ven un punto de inflexión en la sentencia que absolvió al juez Garzón de una posible prevaricación pero cercenó las esperanzas de los familiares de que el Estado y la Justicia investigaran los crímenes.

“Por eso acudimos a la justicia de Argentina en 2008, sabedores de que en España nos podían cerrar las puertas de un momento a otro”, explica Mangas. “Los crímenes de Lesa Humanidad no prescriben y con eso contamos. Por eso ahora el lado de las víctimas se multiplican las denuncias y querellas, notarios mediante, a través de los consulados argentinos. Porque la jueza Servini ya señaló en su auto que cualquier consulado argentino en cualquier juzgado del mundo puede tramitar la querella”.

Investigar los crímenes de la dictadura en España a muchos les puede sonar a inverosímil viendo los últimos acontecimientos como la negativa de la Audiencia Nacional a extraditar tanto a los acusados de tortura como a los exdirigentes de Gobiernos de Franco, pero no a ambas activistas, familiares las dos de víctimas.

“Ahora cada vez que abrimos una fosa, denunciamos la existencia de cuerpos con señales de tortura o de asesinados con un tiro en la nuca”, detalla Paqui Mangas. “La justicia en España entiende que con la Ley de Amnistía de 1977 y la Ley de Memoria Histórica estos casos están prescritos”, agrega la hermana del anarquista Puig Antich. “Nunca se ha establecido una investigación, y nosotros lo que pretendemos es que se investigue cómo murieron esas personas. Aún no lo hemos conseguido”.

Punto de inflexión

Para las dos mujeres es destacable el caso de la hija de Timoteo Mendieta. Una jueza de Guadalajara denegó hace un mes exacto la exhumación del cuerpo de su padre tras la petición vía exhorto de la jueza argentina María Servini. “Es un avance tremendo, por la posibilidad real que existió de que un alto tribunal abriera una fosa. Siempre nos preguntamos cuál será la primera fosa que se abra en España, para que después vengan muchas más”, analizan ambas.

Merçona Puig Antich peleó muchos años –junto con sus tres hermanas- en solitario para que reconocieran a su hermano como víctima del franquismo. Su lid incluyó dos peticiones al Tribunal de Estrasburgo, sin resultado. “Para dirigirse a Estrasburgo tuve que esperar la barbaridad de ¡15 años!” Hace años consiguió el apoyo en bloque del Parlament catalán para su causa, y hace aproximadamente un lustro se subió al carro de las asociaciones pro Memoria Histórica, cuya batalla, entendió, era la misma. “Yo no pierdo la esperanza”, proclama.