La carta del presidente de EFE
Buenas tardes.
La Agencia EFE es un gigante de la información nacional e internacional, una empresa pública de noticias avalada por su credibilidad, lograda gracias a décadas de servicio público, profesionalidad y honradez. Sin embargo, hoy hemos cometido un nuevo error. Nuestras líneas informativas han distribuido este mediodía la falsa noticia del fallecimiento del escritor y profesor Fernando Aramburu.
La nota falsa se ha rectificado y desmentido por la Agencia solo unos minutos después de publicarse. Como presidente de EFE, quiero en primer lugar disculparme y pedir perdón a Fernando Aramburu, con quien acabo de hablar por teléfono, a su familia, a sus allegados y a su editorial, Tusquets. Una cuenta engañosa en redes sociales ha desencadenado por falta de comprobación un error imperdonable de EFE.
Asimismo, quiero pedir perdón a los medios de comunicación, instituciones, organismos y empresas que cuentan y confían en nuestros servicios.
Hace menos de una semana, la Agencia EFE fue noticia por otra publicación falsa: la supuesta colisión de un helicóptero contra la Torre de Cristal de Madrid. Hoy, como en aquella ocasión, la veracidad y el rigor de EFE se han visto muy dañados por nuestros propios fallos.
En el actual contexto, en el que se libra una batalla durísima entre la información veraz y la desinformación, entre los servidores del relato exacto de los hechos y los propagadores de bulos y mentiras, los dos errores que hemos cometido tienen efectos profundos y son desoladores para quienes confían en nosotros y para nuestro equipo.
Por eso, he analizado lo ocurrido con el Comité de Dirección de la Agencia y he convocado para esta misma tarde una reunión extraordinaria y urgente del Consejo de Administración. En ella daré todas las explicaciones pertinentes y abordaremos las medidas a tomar para evitar que se repitan fallos como estos.
Nuestro deber es seguir ofreciendo el mejor servicio público que tenemos encomendado y contribuir con nuestro equipo a la limpieza y credibilidad del ecosistema informativo, esencial para la democracia.
Miguel Ángel Oliver.