El Consejo de Ministras ha aprobado el real decreto que activa la exhumación de Franco. Ya está en marcha el proceso pero... y José Antonio Primo de Rivera, ¿para cuándo? El Gobierno ya anunció que trabajaba en el traslado de los restos del líder falangista a un lugar “no preeminente” del Valle de los Caídos. La incógnita a despejar era si Rivera y Franco entrarían en el mismo paquete jurídico, pero no será así. El fundador de Falange Española, enterrado a los pies del altar mayor de la basílica, frente a la tumba del dictador, tendrá que esperar su turno.
Se trata de dos golpistas enterrados con honores en Cuelgamuros, pero dos casos diferentes. “En el caso de Primo de Rivera, es una víctima de la contienda. Su permanencia está justificada. Vamos a ir a lo urgente: exhumar los restos de Franco”, ha explicado la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministras. “En el debate que abriremos con el resto de grupos parlamentarios seguiremos tomando el resto de decisiones que nos conduzcan a aplicar la proposición no de ley que se aprobó sin la oposición de ningún grupo parlamentario. Hemos ido a lo urgente”, ha justificado.
Estas acciones, sacar a Franco y trasladar a Rivera, estaban incluidas en las recomendaciones del informe del Comité de Expertos para el Futuro del Valle de los Caídos reunido durante el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero. También formaba parte de la iniciativa aprobada el año pasado en el Congreso a la que aduce el Gobierno para tomar esta decisión. El Ejecutivo, según han subrayado el presidente Pedro Sánchez y el director general de Memoria Histórica, Fernando Martínez, está decidido a cumplir también con lo relativo a Primo de Rivera.
El Gobierno ha construido un armazón legal para blindar el proceso y sortear futuras denuncias. Abrir la tumba de Franco no era tan fácil. La fórmula del decreto ley cumple el mandato del Congreso y prevé que el cadáver momificado del militar golpista acabe en un osario si no es reclamado por sus descendientes. El mayor de los nietos varones del dictador, Francisco Franco Martínez Bordiú, ha asegurado poco antes de la aprobación del decreto que la familia se hará cargo de los restos.
El Gobierno también ha ido preparando el cambio de ubicación del cadáver del fundador de Falange Española, tal y como recogía la PNL aprobada en el Congreso, “para su reubicación en un sitio no preeminente del edificio”. Los restos mortales irán a otro espacio del conjunto monumental de Cuelgamuros con respeto “a la familia y a las normas”, informó en julio la vicepresidenta Carmen Calvo.
El proceso aprobado este viernes que activa la exhumación –el Gobierno de Pedro Sánchez pretende concluir la operación antes de final de año– pero no afecta al falangista. Porque no están en sepulturas gemelas. ¿Cuáles son las diferencias entre los enterramientos y los procesos exhumatorios de Francisco Franco y José Antonio Primo de Rivera?
1. ¿Quién es un 'caído' en la guerra?
Franco no es una víctima de la Guerra Civil. Primo de Rivera, sí: fue fusilado en noviembre del '36. El Valle de los Caídos es un mausoleo fascista levantado con trabajo esclavo para homenajear a los muertos en la contienda española y Franco falleció de muerte natural en 1975, por lo que incumple el mandato fundacional del conjunto monumental que acoge la mayor fosa común de España.
2. Primo de Rivera dentro, Franco fuera
Rivera no tiene que salir de Cuelgamuros. Es suficiente con que los restos no ocupen un espacio “preeminente del edificio”, como apuntaba el informe del grupo de expertos que sirve como base del proceso. El mismo documento recomienda retirar “los restos del general Francisco Franco” fuera del Valle de los Caídos porque dar un nuevo significado al memorial sólo es posible sin la presencia del dictador.
3. ¿Y qué hacer con los restos cadavéricos?
El cuerpo momificado de Franco, en principio, irá al lugar que designe su propia familia. Si no se hacen cargo del ofrecimiento, la momia del dictador acabará en un osario. El líder falangista, sin embargo, no tiene por qué ser entregado a sus descendientes porque la operación consiste en la remoción de los huesos a otra ubicación.
4. Franco entierra a Rivera, el rey entierra a Franco
A Primo de Rivera lo enterró Franco. Y a Franco lo enterró el rey Juan Carlos I. El fundador de Falange Española, fusilado el 20 de noviembre de 1936 y enterrado en una fosa común de la cárcel de Alicante, fue exhumado en 1939 para trasladar sus restos al Monasterio de El Escorial. La dictadura franquista abrió su tumba 20 años más tarde para enterrarlo el 31 de marzo del 59 en el Valle de los Caídos, un día antes de su inauguración.
Ahí quedó, en lugar de honor y junto al cadáver embalsamado de Franco, que el 23 de noviembre de 1975 acabó por mandato real en la Basílica de Cuelgamuros. “El Rey emérito fue quien llevó a Francisco Franco al Valle de los Caídos”, aclaraba la Fundación Nacional Francisco Franco (FNFF) en redes sociales para endosar al Borbón la tumba de Franco.
5. Franco protagonista y Rivera personaje secundario
La expectación mediática y la polémica pública que está desatando la intención de exhumar al dictador fascista ha dejado en un discreto segundo plano la tumba del líder falangista. Tanto, que el Gobierno no ha despejado la incógnita hasta el último momento. Solo a colación de las preguntas de la prensa durante la rueda de prensa ofrecida tras el Consejo de Ministras, la vicepresidenta Carmen Calvo se ha referido al fundador de Falange. Lo ha hecho para justificar “la urgencia” de la exhumación de Franco y dejar el traslado de los restos de Primo de Rivera para las negociaciones futuras con el resto de grupos en el Congreso.
Y una semejanza
Las tumbas de Franco y Primo de Rivera incumplen el Derecho Constitucional Canónico, que prohíbe la sepultura de personajes no religiosos en lugares de culto. El dictador y el falangista están enterrados delante del altar de la Basílica del Valle de los Caídos.