Prohibido cazar con plomo en los humedales europeos para salvar un millón de aves de morir envenenadas

Raúl Rejón

14 de febrero de 2023 22:12 h

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A partir de este miércoles, ningún cazador en España o la Unión Europea podrá disparar munición de plomo en los humedales para cazar aves acuáticas. La norma, dictada en 2021, se hace efectiva este 15 de febrero con el objetivo de evitar la muerte masiva de aves que se envenenan al comerse los perdigones que quedan abandonados.

“Se estima que alrededor de un millón de aves acuáticas mueren al año en la Unión a causa de una intoxicación por plomo”, argumenta la normativa. En España ya no se podía utilizar esta munición en los humedales que tuvieran protección legal, pero ahora esta salvaguarda deberá extenderse a todos estos espacios acuáticos, ya sean naturales o artificiales –como una balsa de riego a la que acudan bandadas–.

El reglamento que se activa explica que la Agencia Europea de Productos Químicos (ECHA) concluyó en su momento que “las alternativas a la munición de plomo, como son la de acero o la de bismuto, están ampliamente disponibles, son técnicamente viables y presentan un mejor perfil en cuanto al peligro y el riesgo para la salud humana y el medio ambiente que la munición de plomo”. Es decir, los cazadores pueden recurrir a otros perdigones que no envenenen.

Por eso, la regla impide, además, que los cazadores transporten cartuchos con plomo mientras disparan en un humedal o cuando se dirigen a ese espacio. Tampoco pueden utilizarlos “a menos de cien metros del humedal”.

El sector cinegético se ha opuesto tradicionalmente al veto del plomo por motivos, aseguraban, de seguridad de los propios cazadores –el plomo rebota poco–y económicos –se trataba de un producto más barato–. Sin embargo, la normativa expone que “la munición de acero, como alternativa más probable, está disponible a un precio comparable al del plomo”.

Una asociación de propietarios de armas radicada en Polonia, Firearms United Network, llevó la decisión al Tribunal de Justicia Europeo, que rechazó su recurso en diciembre de 2022. Sin más contrargumentos, la caza a base del tóxico en el agua deberá desaparecer. No la caza en sí misma, solo estos cartuchos.

Con esta prohibición debería cortarse el flujo tóxico de entre 4.000 y 5.000 toneladas de plomo que se estaban vertiendo a la naturaleza en la Unión Europea cada año. Una vez abandonados en los humedales, las aves acuáticas como los gansos, los flamencos, los cisnes o los patos confunden los perdigones con las piedras que utilizan para hacer la digestión. Las ingieren y se envenenan.

“Es un paso relevante, pero no es el último que se debe dar en este ámbito. La toxicidad del plomo está ampliamente demostrada científicamente”, afirma la responsable de programas de conservación de la SEO-Birdlife, Ana Carricondo. Y añade: “De hecho, la ECHA ha impulsado un debate en la UE para ampliar las restricciones de uso del plomo e incluso su prohibición total”.

Aunque España y Grecia ya tenían legislación para impedir el plumbismo en los humedales protegidos, eran una excepción a escala europea.