La portada de mañana
Acceder
El PP explota la división parlamentaria para tumbar los impuestos a banca y rentas más altas
La vuelta a la rutina de las familias de los desaparecidos en la DANA
OPINIÓN | Feijóo y el cinismo de ‘Inside Out’, por Lucía Taboada

Sanidad exige para el ébola unas mascarillas menos protectoras que la normativa española

El protocolo que el Ministerio de Sanidad elaboró para la actuación frente a casos sospechosos de enfermedad por virus del ébola recoge un nivel de protección en el material para los sanitarios inferior al especificado en la guía de utilización para Equipos de Protección Individual del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT).

El documento de Sanidad tiene fecha de 15 de septiembre de 2014. Ahí, a la hora de pormenorizar las “medidas de protección de personas en contacto con casos en investigación o confirmados”, se recoge que cuando se realicen procedimientos que generen aerosoles (por ejemplo, aspiración del tracto respiratorio, intubación o broncoscopia) o cuando el manejo del paciente así lo requiera, se debe usar mascarilla al menos con respirador de nivel FFP2“. P2 es el nivel de protección.

La guía del INSHT clasifica las mascarillas según “su eficacia filtrante” en P1, P2 y P3. El nivel de eficacia viene marcado en orden ascendente. Y luego especifica que “cuando se utilizan contra agentes biológicos [como es el caso del virus del ébola] siempre debe usarse el P3”.

El médico Juan Manuel Parra, que atendió a Teresa Romero en las urgencias del hospital de Alcorcón, ha explicado pormenorizadamente cómo durante las horas en las que estuvo entrando en el box donde la auxiliar aguardaba las pruebas diagnósticas, ella tuvo accesos de tos, diarreas y vómitos. Una facultativa del hospital Carlos III salió en la mañana del jueves a informar del estado de salud de la paciente y contó que tuvo que ser “intubada”.

En el anexo sobre la “limpieza de los espacios donde hayan permanecido posibles casos”, el protocolo ministerial repite: “siempre que exista riesgo de crear aerosoles, se usará mascarilla FFP2”. La misma que reseña en la descripción sobre cómo colocarse el traje: “Mascarilla quirúrgica o respirador FFP2”.

El Ministerio de Sanidad ya está revisando sus indicaciones después de hacerse patente que no incluía la recomendación de la Organización Mundial de la Salud acerca de la presencia de un supervisor a la hora de que los sanitarios se quiten sus equipos de protección, aunque no especificó una respuesta sobre las guías de material. También baraja cambiar la consideración de los profesionales sanitarios en contacto directo con pacientes infectados para clasificarlos como personal de riesgo y hacerles un seguimiento más activo. El resumen del protocolo fue retirado de la página oficial del ministerio.

Formación a toda prisa

“Lo cierto es que los protocolos son algo vivo y muchas de las cosas que se hacen ahora son aportaciones que hemos ido añadiendo los profesionales sobre la marcha”, cuenta Manuel Torres, uno de los sanitarios que entra a diario a la planta sexta del hospital Carlos III. “Por ejemplo, durante el tratamiento de Miguel Pajares nos dimos cuenta de que era necesario que un compañero fuera cantando el orden de retirada del equipo para apoyar al profesional que salía”.

La Consejería de Sanidad de Madrid, por su parte, está dando cursillos a toda prisa desde que se conoce el caso de Teresa Romero. “Desde que murió Miguel Pajares hasta que llegó García Viejo, no se impartieron ni formación ni simulacros”, confirma Manuel Torres. A pesar de que el lunes la Consejería reiteraba que todos los centros hospitalarios estaban ya “preparados” para recibir a pacientes con sospecha de estar infectados, este miércoles, en el hospital de Alcorcón –al que fue llevada en primera instancia la auxiliar infectada– se informó a las enfermeras de que recibirían nueva instrucción. De igual manera, otra enfermera de urgencias del hospital de Getafe ha asistido este jueves a una charla formativa. “Pocos cambios en los protocolos, no los que se habían pedido. Hay nuevos trajes aunque, al parecer, dejan la frente al aire. Las calzas son igual o peor. El lunes tenemos otra charla”, describe la sanitaria.