El Gobierno de Castilla y León (PP) ha prohibido la muerte del Toro de la Vega. La Junta ha eliminado este jueves la excepción del reglamento de espectáculos taurinos que permitía terminar el torneo con la muerte a lanzazos de la res en presencia del público. La medida se toma mediante un decreto-ley que deberá pasar por las Cortes regionales donde tendrán que posicionarse los grupos políticos.
La modificación no impide que se celebre todo el rito en la localidad vallisoletana de Tordesillas pero sí el desenlace final por el que los participantes mataban al toro tras hostigarlo. Según el reglamento por el que se rige este torneo, si el toro alcanzaba en su huida la vega, salvaba la vida. El año pasado, a pesar de haber ganado la lucha, Rompesuelas recibió lanzazos mortales tras haber llegado a la zona de salvación. Y también los recibió por la espalda, otro aspecto fuera de las normas por las que se ha venido celebrando el Toro de la Vega. El torneo fue declarado nulo a posteriori.
El Toro de la Vega se ha convertido en las últimas ediciones en escenario de protestas por parte de los opositores a este evento. Se han registrado episodios cada vez más violentos en los que los manifestantes han soportado pedradas, insultos y ataques por parte de los defensores del rito. El Gobierno central justificó la celebración en que “es una tradición histórica y cultural”, según contaba el Ministro de Justicia, Rafael Catalá.
En vísperas de la edición de 2015, una asociación animalista ya advirtió de que todo el torneo chocaba con el nuevo código penal al permitir el maltrato de animales que “viven bajo control humano”. Entendían que debía eliminarse por ser, directamente, ilegal. La decisión de la Junta castellanoleonesa elimina la razón de ser del torneo: la muerte del toro.