Madrid, 26 mar (EFE).- La Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género ha elaborado una radiografía de los crímenes machistas en España: en los primeros 15 años de registro de las estadísticas (2003-2017) fueron asesinadas 928 mujeres, una víctima mortal cada seis días, una media de 62 asesinatos cada año.
El “Análisis temporal de los asesinatos de mujeres por violencia de género en España durante el periodo 2003-2017”, elaborado por el Instituto de Salud Carlos III para la Delegación del Gobierno, destaca que la tasa de asesinatos ha disminuido a un ritmo constante anual del 3 %.
El objetivo del estudio, hecho público este viernes y que da cumplimiento a una medida del Pacto de Estado contra la Violencia de Género, es analizar la evolución de los asesinatos e identificar si hay patrones temporales y efecto contagio asociados al incremento del riesgo de feminicidio.
EL PERFIL DE LAS VÍCTIMAS
Entre 2003 y 2017, 928 mujeres fueron asesinadas por sus parejas o exparejas y el 64,6 % convivía con su agresor en el momento del crimen, mientras que casi una cuarta parte había puesto fin a la relación.
Esto supone que en cada año de esa horquilla hubo 3,8 víctimas mortales por cada millón de mujeres mayores de 15 años en España.
Dos terceras partes de las asesinadas habían nacido en España (67,8 %) y el 32,2 % en el extranjero, pero los números arrojan que la tasa de mortalidad por violencia machista es el triple entre las mujeres nacidas en el extranjero que entre las españolas.
La edad media de la víctima mortal por violencia de género es de 42,3 años, con diferencias significativas entre las españolas (45,6 años) y las nacidas en el exterior (36 años), y aunque la tasa de crímenes desciende a partir de los 44 años, a partir de los 65 años de la mujer experimenta un repunte.
Una de cada diez mujeres españolas asesinadas perdió la vida a manos de un agresor extranjero, mientras que en el 23,4 % de los crímenes de víctimas extranjeras la pareja o expareja era un hombre español.
En cuanto a las denuncias, datos que existen a partir de 2006, el 26,3 % de las mujeres había presentado denuncias contra el maltratador y de las que denunciaron, el 77,5 % había solicitado alguna medida de protección (casi nueve de cada diez la obtuvo).
En el momento del crimen, el 12,8 % de las víctimas mortales tenía alguna medida de protección en vigor.
Con respecto al agresor, la edad media es de 46,3 años (cuatro años mayores que las víctimas) y casi siete de cada diez eran españoles -la edad media de los homicidas españoles es de 49 años y la de los extranjeros, 39-. El 21,7 % se suicidó tras cometer el crimen, por lo que no pudieron ser juzgados por sus actos.
ESTUDIO TEMPORAL DE 15 AÑOS DE FEMINICIDIOS
Este análisis ha estudiado las variables temporales para conocer si existe efecto de contagio y de acumulación en los crímenes.
Los meses de julio y enero son los más cruentos (con 86 y 83 víctimas), seguidos de agosto (81), mientras que abril acumula el menor número acumulado de feminicidios (64 mujeres asesinadas en 15 años).
Por días de la semana, el domingo y el lunes tienen un mayor riesgo asociado (146 y 145 asesinatos, respectivamente), frente al jueves, con el menor (110). La investigación concluye que los domingos y los lunes están asociados a un incremento del riesgo de feminicidio del 25 y del 26 %, respectivamente.
Los investigadores no han encontrado evidencia de agrupación temporal de asesinatos en periodos cortos de tiempo ni sobre el incremento del riesgo de asesinatos en los días sucesivos a que se produzca un crimen (efecto contagio).
Del total de 5.479 días analizados en los 15 años, se han detectado 29 periodos puntuales de dos a cuatro días en los que el número de asesinatos fue inusualmente mayor en comparación con la distribución diaria analizada, pero “los análisis realizados no han encontrado una explicación para este mayor número de asesinatos”.
En 2019, una investigación científica en la que participó la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior descartó que exista efecto contagio en los asesinatos machistas, demostrando que la probabilidad de que se produzca un nuevo crimen de género en los siguientes 15 días no está relacionada con la existencia de otro anterior.