Desde que España entró en la nueva normalidad tras el confinamiento general, la Comunidad de Madrid se ha ido convirtiendo, semana a semana, en el foco y centro principal del rebrote de la pandemia de COVID-19. Si a mediados de julio registraba una incidencia acumulada (IA) de 9 casos en los últimos 14 días por 100.000 habitantes, esta cifra se disparó a los más de 200 solo un mes más tarde, hasta llegar a alcanzar una IA de 782 casos a finales de septiembre, según los informes que el Ministerio de Sanidad elabora con la información que le proporcionan los Gobiernos autonómicos.
Esta escalada de casos ha llevado a un tira y afloja entre el Gobierno de Isabel Díaz-Ayuso y el Ejecutivo Central que ha culminado este viernes con un Consejo de Ministros extraordinario para decretar el estado de alarma. Después de que la justicia tumbara la orden que cerraba Madrid y otras nueve ciudades en situación grave y tras un intento fallido de acuerdo in extremis, este ha sido el último recurso de Moncloa para decretar el confinamiento perimetral, al que se opone la comunidad. “Es muy importante que el nivel de contagios de Madrid no se extienda por el resto de España”, decía claramente el ministro Salvador Illa tras anunciar el decreto.
A pesar de que el acuerdo para restringir ciudades en situación grave había emanado del Consejo Interterritorial la semana pasada, y era de obligado cumplimiento, Díaz Ayuso opuso hasta el último momento e incluso llegó a llevar la orden a los tribunales. En Castilla y León, sin embargo, ya han sido decretadas las mismas medidas para las ciudades de León y Palencia, y este mismo viernes han sido autorizadas por la justicia.
La Comunidad de Madrid sigue siendo el epicentro de la COVID-19 en nuestro país. Con los últimos datos de Sanidad, su incidencia acumulada en 14 días asciende a 540 casos por 100.000 habitantes. Sin embargo, la disparidad de cifras con las de la Consejería de Sanidad de la CAM hace difícil saber cuál es realmente. En todo caso, es más del doble que la media de España, que está en 258. Parece que todas las cifras apuntan a una bajada de los casos, pero la transmisión del virus en la región continúa siendo alarmante. Y se ha ido trasladando a las Castillas, su zona de influencia. Según datos actualizados del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), 10 de las 15 provincias con más casos por habitante están en estas tres comunidades. Son la capital, Toledo, Guadalajara, Palencia, Valladolid, León, Burgos, Cuenca, Zamora y Salamanca.
Los últimos datos por municipios disponibles, actualizados hace unos días, también dan cuenta de la especial afectación de la región. Cinco de las diez ciudades de más de 40.000 habitantes con más casos son madrileñas. El primer puesto lo ocupa Talavera de la Reina (Toledo), con más de 1.000 contagios en los últimos 14 días, pero le sigue Parla como municipio madrileño más afectado, con una IA de 882 (o más, si se toman los datos consolidados). Arganda del Rey, Colmenar Viejo, Fuenlabrada y Getafe son las otras cuatro, que superan los 600 casos. Lorca (Murcia), Guadalajara y Linares (Jaén) están también en el ránking. En esta última, la semana pasada la Junta de Andalucía estableció restricciones de movilidad ante el aumento de los contagios.
Más allá de estos diez en situación más grave de incidencia acumulada, los municipios afectados por el cierre decretado por el estado de alarma son Alcorcón, Fuenlabrada, Parla, Alcobendas, Torrejón de Ardoz, Madrid, Getafe, Leganés y Móstoles. Alcalá de Henares, que ha mejorado su situación y ha reducido la incidencia acumulada por debajo de los 500 casos, queda fuera, frente a la pasada semana, como ha explicado el ministro de Sanidad, Salvador Illa.
Todas ellas tienen más de 100.000 habitantes, una IA que rebasa este medio millar de contagios, una tasa de positividad de PCR que supera el 10% y una ocupación con camas COVID de UCI superior al 35%. Estos son los requisitos establecidos en la Resolución del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud del pasado 30 de septiembre acordada por Sanidad y las comunidades, con el voto en contra de las gobernadas por el PP y Catalunya. Además de los confinamientos perimetrales, en estas grandes ciudades especialmente afectadas hay otras medidas restrictivas: entre ellas, la reducción de aforos o el cierre de bares a las 23.00–.
Según los últimos datos de Sanidad, en toda la Comunidad de Madrid un 39% de las plazas para enfermos más graves en los hospitales está ocupada por pacientes de coronavirus, mientras que hasta un 18% de las pruebas PCR dan positivas. Recientemente, y “ante la situación epidemiológica actual”, la comunidad ha decidido dejar de hacer pruebas a los contactos estrechos de los positivos si no son convivientes, tienen síntomas o son personas vulnerables. Una decisión cuestionada por los epidemiólogos, que consideran que así la región dejará de detectar al menos una parte los casos que se producen.
Desde que España entrara en la llamada 'nueva normalidad', los casos y la transmisión han ido creciendo en la región mientras el Gobierno autonómico tenía grandes dificultades para cumplir con el plan de control de la enfermedad necesario para iniciar la desescalada del confinamiento: no fue capaz de contratar los rastreadores comprometidos. Pidió trabajadores a los ayuntamientos y pretendió reclutar voluntarios entre licenciados de la Universidad Complutense. Incluso privatizó a toda prisa una parte de este colectivo al admitir en la propia convocatoria de contrato que no podía dar el servicio. Tampoco ha llegado a reforzar la Atención Primaria, señalada como piedra angular del sistema de detección precoz.
Distritos de la capital con peores datos
En conjunto, la ciudad de Madrid tiene una incidencia de 603 casos, muy superior a la media de España. Toda la capital está gravemente afectada y, aunque hay diferencias entre distritos, ninguno está por debajo de los 300 contagios por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días. Barajas es el que ha registrado la menor incidencia de la ciudad, con 321 casos, y algunos otros como Chamartín u Hortaleza no llegan a los 500. En la otra punta están distritos del Sur como Puente de Vallecas (953 contagios) y Villaverde o Usera, con 843. Estos son los tres distritos más afectados, de los que forman parte algunos de los barrios que fueron inicialmente confinados por la Comunidad de Madrid hace tres semanas. Eran 37 zonas de salud que posteriormente se ampliaron a 44 , pero cuyos cierren acabaron decayendo tras la entrada en vigor de la orden que lo ampliaba a todo Madrid. Sí ha habido, sin embargo, tres zonas básicas de salud en las que el propio gobierno regional ha decidido el confinamiento perimetral: Villa del Prado, Humanes -Moraleja de Enmedio y Reyes Católicos (en San Sebastián de los Reyes)
Esta, la de cerrar por zonas básicas de salud, ha sido la propuesta que desde el principio ha enarbolado la comunidad y que ha defendido hasta este mismo viernes. Mientras el Consejo de Ministros aprobaba la declaración del estado de alarma, el Consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, trataba de explicar en rueda de prensa que su plan seguía siendo el mismo que hace tres semanas. Una propuesta que no entraba en los tres escenarios esgrimidos por Pedro Sánchez a Isabel Díaz-Ayuso, y a la que se han opuesto frontalmente expertos y población.
Las medidas fueron muy contestadas por la ciudadanía, que vio en ellas una decisión “política” tildada de “clasista”. Los epidemiólogos, por su parte, apuntaban a que tampoco era eficaz, debido a que el resto de distritos también estaban muy afectados y el umbral de los 1.000 era demasiado alto. Solo con 250, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya lo considera un escenario de gravedad. Además, la densidad de población y la movilidad en toda la comunidad hacen de la región un lugar que hay que vigilar muy de cerca por el riesgo de que se convierta en un foco explosivo, advertían. Sin embargo, Díaz Ayuso llegó a afirmar en un debate del estado de la región que “la mayoría de los contagios se dan en los distritos del Sur (…). Efectivamente, se están produciendo entre otras cosas por el modo de vida que tiene nuestra inmigración en Madrid y por la densidad de población. Es una forma de vivir en Madrid”.
Respecto a la densidad de población en estos distritos, Villaverde está en 7.380 habitantes por Km2, Puente de Vallecas en 15.204 y Usera en 17.330 mientras Chamberí, mucho menos extenso, se va a los 29.364 habitantes. Sin embargo, ese trío donde la enfermedad se multiplica mucho más sí presenta la menor renta per cápita de la ciudad con algo más de 9.000 euros por vecino. La mitad que Chamberí. La población extranjera en Usera, Puente de Vallecas y Villaverde supera el 20% de los habitantes mientras en Chamberí ronda el 12%, según los datos municipales.
Saturación en Atención Primaria y UCI
Aunque prácticamente todas las cifras de contagios indican que el número de casos está bajando en la Comunidad de Madrid y, por tanto, la presión sobre el sistema sanitario madrileño ha experimentado un ligero alivio, lo cierto es que sigue siendo elevada. La comunidad mantiene la tasa de ocupación de camas hospitalarias por pacientes con clínica Covid más alta del país: un 20,6% frente al 8,6% de la media nacional. Por comparar con otros territorios muy afectados por la pandemia, los hospitales de Navarra o Castilla-La Mancha se encuentran al 11,4% y al 12,3% de su capacidad, respectivamente.
Además de la situación en Atención Primaria, los informes diarios del Ministerio de Sanidad incluyen datos sobre la situación en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI). También en este indicador la Comunidad de Madrid se encuentra muy por encima del resto de regiones del país. Si la media de ocupación en España es del 18%, las UCI madrileñas están al 39,3% de su capacidad. Algunos hospitales, sobre todo al sur de la región, ya alertaron hace semanas de que se están llenando las unidades de cuidados intensivos.
Madrid, peor región de Europa
La Comunidad de Madrid es la región de la Unión Europea donde la COVID-19 está más acelerada, según los informes del Centro Europeo de Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés). Y la capital también se destaca entre las grandes urbes de Europa. Díaz Ayuso intentó excusarse hace unas semanas afirmando que la situación se asemeja a la de “cualquier ciudad europea”. Sin embargo, y a pesar de que la pandemia avanza en muchos países, los datos no apoyan esa declaración. París, Bruselas, Ámsterdam, Berlín, Atenas o Londres presentan una mejor situación. Junto a Madrid, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Murcia, Navarra, Aragón y La Rioja presentan las peores cifras del continente. Esta semana el espejo con el que compararse fue Nueva York, que según la presidenta “está mucho peor que Madrid”, aunque su incidencia acumulada es cinco veces más baja que la de la región.
Mientras la enfermedad se expandía por la Comunidad creando la situación que reflejan todas estas variables e indicadores, el Gobierno regional ha repetido durante todo este periplo de escalada pandémica que gran parte del peligro venía del aeropuerto de Barajas (competencia del Ejecutivo central). El 25 de julio aseguraban que “el virus es ya casi inexistente a no ser que vuelva a entrar por algunas vías, sobre todo aéreas”, y el vicepresidente Ignacio Aguado llamaba a la infraestructura “coladero” el 26 de agosto. La Consejería de Sanidad de la región ha contabilizado en 149 los casos importados que han accedido por el aeropuerto desde el inicio de la desescalada.