Barcelona, 22 sep (EFE).- Reforzar la atención tutorial a los alumnos, sobre todo a los más vulnerables, y replantear las actividades son dos de las claves para que la educación híbrida (presencial y virtual) tenga éxito, según un informe del Instituto Catalán de Evaluación de Políticas Públicas (Ivàlua) y la Fundación Bofill.
Ambas entidades han presentado este martes el informe “¿Qué sabemos sobre la efectividad de las tecnologías digitales en la educación?”, que revisa más de 1.600 estudios que analizan el impacto sobre el resultado del alumnado de varios programas y experiencias escolares que utilizan las tecnologías digitales.
Sobre utilizar un modelo de educación híbrida en este curso escolar, el director de la Fundació Bofill, Ismael Palacín, ha considerado que “es inevitable y obligado si no queremos perder el curso”.
Pese a ello, ha reconocido “las dificultades de emprender un gran cambio como el que implica un sistema de educación digital en el actual contexto”.
En este sentido, y en línea con lo que plasma el informe, Palacín ha observado que “tenemos el deber de impulsar la digitalización y de invertir para ayudar a los docentes a apropiarse de ella”, lo que implica “recursos y acompañamiento por parte de la administración”.
Según el estudio, en un modelo de educación híbrido “se deberían priorizar las actividades mecánicas para el trabajo en línea y que el trabajo colaborativo fuese presencial”.
Para ello, “es necesaria una tutorización intensiva del docente, que debe poder controlar el ritmo de aprendizaje y el tiempo de dedicación del alumnado”.
En caso de que fuera necesario un nuevo confinamiento, una enseñanza totalmente en línea “solo sería recomendable en la educación secundaria”, añade el estudio.
En este escenario, se aconseja elaborar un diagnóstico de la competencia digital del profesorado, establecer programas de formación en tecnologías y herramientas digitales concretas y garantizar un apoyo técnico especializado para el colectivo.
Para las familias, “sería conveniente un acompañamiento para que puedan apoyar a sus hijos e hijas en el aprendizaje mediado por las tecnologías digitales” recoge el informe.
A la luz de las experiencias analizadas, los autores recomiendan para entornos de aprendizaje híbridos utilizar los test y cuestionarios autoadministrados porque “tienen un impacto positivo en los resultados y en la atracción del alumnado”.
Los sistemas de tutoría inteligente (para lengua y matemáticas) y las herramientas de representación gráfica (para matemáticas y ciencias) son dos instrumentos que “dan 'feedback' inmediato al alumnado y tienen un impacto positivo en el aprendizaje”, según el informe.
Por contra, los expertos rechazan el uso de Facebook y otras redes sociales porque “ofrecen resultados negativos”, mientras que el aprendizaje basado en juegos “es efectivo si se reserva para momentos puntuales y tareas individuales, sobretodo en la etapa de primaria”.
Finalmente, el informe recomienda la utilización de app que incorporen tecnologías de realidad aumentada porque “mejoran el aprendizaje, la motivación y la satisfacción de los alumnos de todas las edades”.
El objetivo es que este curso “no se acabe convirtiendo en una experiencia educativa frustrante, sino empoderadora” ha enfatizado Palacín, que ha recomendado “centrarse en lo que es esencial, como tutorización, buenas planificaciones de actividades asíncronas y trabajo cooperativo, en lugar de intentar reproducir la clase presencial en la pantalla”.