Reig Pla, el obispo que imagina a los gays en el infierno mientras hace misas por la salvación de Franco

Es uno de los obispos más ultra de España. Y no lo oculta. El obispo de Alcalá, Juan Antonio Reig Pla, vive como un verso suelto en un país donde los homosexuales “encuentran el infierno” (como señaló en una polémica misa de Viernes Santo, retransmitida por la televisión pública) o su condición sexual los hace más “vulnerables” a convertirse en pederastas (como señala un informe publicado en su web). Está en las tesis de formaciones como HazteOír, con cuyos miembros cena a menudo y de cuyos premios participa. De hecho, recibió uno en 2012 de esta organización por su “defensa de la dignidad humana”.

Antes de recalar en Alcalá, Reig fue obispo en Castellón y Murcia, territorios conquistados por el Camino Neocatecumenal, más conocidos como los kikos. La relación del prelado con esta vertiente es muy cercana (es uno de los que cuenta en su diócesis con un seminario Redemptoris Mater), y le ha servido para escalar en el escalafón episcopal, de la mano de su mentor, el cardenal Rouco Varela. Sin embargo, la llegada del papa Francisco descabalgó parte de los planes de la rama más ultra del Episcopado español, que no obstante sigue mandando, y mucho, en la Iglesia.

De hecho, Reig ha sido uno de los pocos obispos españoles en alinearse públicamente al grupo de prelados contrarios al Papa actual, presentando el libro póstumo del cardenal Carlo Caffarra, uno de los cuatro cardenales (junto a Burke, Brandmüller y Meisner, también fallecido) que en 2016 plantearon la desobediencia a Francisco por haber abierto la posibilidad de la comunión para los divorciados vueltos a casar en Amoris Laetitia.

En lo educativo, Reig es uno de los defensores de la escuela diferenciada o de iniciativas como las capitaneadas por la Fundación Educatio Servanda, que desean una escuela donde no tenga cabida la “inclusión de género”, uno de los temas tabú para el obispo. Una “ideología de género” que viene poco menos que inspirada por el demonio, según el prelado. Al igual que el aborto, la eutanasia o el divorcio.

El obispo de Alcalá fue uno de los grandes impulsores de las misas por la familia que, entre 2007 y 2015 (cuando fueron prohibidas por el cardenal Osoro), se celebraban en la plaza de Colón para atacar a los gobiernos de Zapatero, primero, y tratar de presionar al de Rajoy, después, con la colaboración de HazteOír.

“Es muy importante impedir, como exige la Iglesia, la ordenación de candidatos con atracción sexual hacia el mismo sexo”, señala Reig, quien advierte que “la ordenación al diaconado o al presbiterado de varones con AMS [Atracción por el Mismo Sexo, así los llama] es absolutamente desaconsejable e imprudente y, desde el punto de vista pastoral, muy arriesgada”.

¿Por qué? Porque los gays en la Iglesia, en su opinión, son candidatos a convertirse en pederastas. En varias ocasiones, Reig ha querido diferenciar la pederastia de la “efebofilia” (sexo con adolescentes), mucho menos condenable para este pastor.

Tampoco son condenables los actos de enaltecimiento a la dictadura, como las misas en honor de Franco o por los caídos de Paracuellos que todos los meses de noviembre el obispo preside en el cementerio (en alguna ocasión, como en 2009, con la presencia de banderas franquistas o del propio Blas Piñar), o las continuas visitas –que en estos meses se han multiplicado– a la Abadía del Valle de los Caídos, para mostrar su apoyo al prior Santiago Cantera.

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